'Hulka. Jen de corazones', tiempo de aplastar

Hulka, con alguna contada excepción, siempre ha sido verde pero, a diferencia de su primo, no ha sido gris su piel, pero sí muchos de sus días. La última vez que supimos de ella en su serie homónima nuestra heroína estaba intentando mejorar su vida y retomar su carrera en el campo de la abogacía, pero en el camino se había encontrado con un secundario inesperado, un Sota de corazones que había perdido sus poderes, con el que empezó a establecer una complicada relación primero como benefactora, después como amiga y luego…bueno, en los números que componen este segundo tomo recopilatorio, continuación cronológica de ese ‘Empezar de cero‘ que no hace mucho llegaba a nuestras librerías, vamos a encontrar la respuesta.

Aunque va a ser este vínculo entre una Jen que empieza, no sin esfuerzo y con la ayuda de sus amigos, a recuperar su vida, y un Jack que también comienza a hacerlo pero en una dimensión muy distinta, lo que va a articular y dar unidad a este tomo vamos a encontrar en el muchas de esas facetas de esta protagonista que nos son familiares. Por un lado la abogada, con dos nuevos clientes cuya presencia nos va a sorprender aunque en este tomo solo podremos ver el resultado de uno de los juicios (el otro, de encauzarse bien la historia, podría dar grandes momentos en los cómics de nuestra Hulka). Por otro la superheroína, que en esta ocasión va a enfrentarse a una nueva amenaza (bueno, si somos sinceros no es la primera vez que nos encontramos a este dúo que va a poner las cosas bastante difíciles a Hulka, pero apenas podíamos intuir aquí la historia de los hechos que les han conducido en convertirse en villanos y que va a ocupar un número completo de la trama, con un relato en el que prima el componente emocional). Pero sobre todo la Hulka tierna, algo enamoradiza, siempre libre y valiente para tomar sus propias decisiones respecto a como amar y enfrentarse a sus sentimientos sin importarle lo que puedan pensar los demás. Y será esta la que atraviese o, casi mejor dicho, destruya la cuarta pared en un buen guiño, aunque lejos de matices cómicos o erótico-festivos, a algunas de las mejores etapas del personaje y que supone uno de los mejores momentos de este cómic..

‘Hulka: Jen de corazones‘ es una buena continuación del primer volumen de esta etapa. Siendo más que recomendable, casi me atrevería a decir que imprescindible la lectura de éste para captar alguna referencia, esta sigue siendo una historia que renuncia a la acción física en pro de diálogos y emociones, y que consigue enamorar más a los fans del personaje que a esos nuevos lectores que seguramente no se encontrarán a la Hulka que están buscando. Con un dibujo que hace realidad esa afirmación de Gata infernal, que en estas páginas va a ser un gran apoyo para una Jen en horas bajas, de que la maldición de la gigante esmeralda es que todo le queda genial y que destaca especialmente en los dos primeros números, obra de Luca Maresca, mientras los tres siguientes, de Takeshi Miyazawa, exhiben un apartado gráfico más que correcto, pero menos elegante, especialmente teniendo en cuenta que en este arco priman las escenas cotidianas sobre la acción este segundo tomo supone todo un viaje por la montaña rusa de los sentimientos de Jennifer Walters. Más que cerrar puertas este cómic abre y deja abiertas un buen puñado de ellas revelándose como un arco de transición que aunque aporta algún cambio para nuestra heroina nos deja insatisfechos, con ganas de saber como continúa en unas entregas que, de cumplirse las expectativas, prometen y mucho. Sólo nos queda esperar que, como anuncia el último plano de más de una película, nuestra Hulka volverá, y esperemos que en breve.