‘Hellblazer de Paul Jenkins Volumen 2’, exquisitez británica

Me viene a la memoria cuando estos tebeos cayeron en mis manos por primera vez. Las aventuras de John Constantine, por lo general, estaban protagonizadas por fantasmas, demonios y demás elementos sobrenaturales que daban bastante “mal rollo”, así que verlo envuelto en tramas artúricas con elementos anarquistas, pues…no era lo que uno podría esperar. Pero rectificar es de sabios y tras leer la primera tanda de episodios publicados por Norma, esa etapa se convirtió en una de mis preferidas. Años más tarde, aquí estamos otra vez, con este ‘Hellblazer de Paul Jenkins Volumen 2’, un tomo que vale su peso en oro ya que podemos leer, por fin, aquellos números que quedaron inéditos.

Por la cabecera de nuestro mago favorito han pasado bastantes guionistas, todos ellos de una calidad máxima, otorgándole al personaje un tono único y característico. Jamie Delano, Mike Carey, Peter Milligan, Garth Ennis…la lista es espectacular y variada, encontrándonos distintas versiones de un mismo concepto. Jenkins opta por una visión más introspectiva y melancólica, algo que nunca habíamos visto hasta la llegada del británico a la cabecera. Lo dicho, todo vale para sorprender al lector, al aficionado deseoso de nuevas experiencias literarias.

Nuevos compañeros, nuevos secundarios, nueva pareja, Jenkins pretendía romper con el pasado del personaje, creando un nuevo panorama, algo que no le libraría de odiosas comparaciones con sus predecesores. Se acabaron las conspiraciones políticas y los dioses malvados con sed de venganza, aquí los tiros iban por otro lado. Jenkins era casi un recién llegado y quería que su primer encargo de importancia tuviera la mejor recepción posible, una oportunidad como esta no se presenta todos los días.

En el voluminoso tomo publicado por ECC Ediciones vamos a poder deleitarnos con una de las sagas más ambiciosas y maravillosas de todas cuantas han aparecido en la colección. Jenkins sumerge al bueno de John en una trama donde se relacionará con criaturas del místico reino de Abaton, donde un heredero directo del linaje del Rey Arturo era perseguido por una serie de fuerzas ancestrales que ansiaban el control total de la Tierra. Viviremos momentos para el recuerdo donde el canallesco prestidigitador en gabardina nos ofrecerá toda una clase magistral de egoísmo y nervios de acero.

El volumen se completa con una serie de historias autoconclusivas que servirán para darle un merecido descanso al personaje, sobre todo, tras haber salvado el destino de la humanidad por enésima vez. Unas páginas que contarán con ilustradores invitados como Warren Pleece, Paul Pope o Charlie Adlard, todos ellos realizando un estupendo trabajo y que sirven de complemento perfecto a los lápices de Sean Philips, el plato fuerte de esta etapa. El colaborador habitual de Ed Brubaker pone el alma en cada una de las páginas y su compenetración con Jenkins es tal que los dos volúmenes donde se recoge esta etapa, se convierten desde el mismo momento de su publicación, en una de las lecturas del año. Se le tenía ganas.
[Grade — 9.50]