Desde que apareciera por primera vez hace ya más de treinta años en aquél magnífico episodio 22 de la serie animada de Batman —¿acaso no lo eran todos los episodios?…magníficos, quiero decir—, Harley Quinn ha pasado de ser un complemento juguetón del Joker a un personaje muchísimo más interesante, al menos bajo nuestro punto de vista, que la némesis por excelencia del caballero oscuro, que de tanto usarla, y tanto darle vueltas y más vueltas, se ha quedado un tanto ajada y sin rincones que explorar. Harley, en cambio, es un personaje que, en manos de los muchos guionistas que la han utilizado para sus historias, casi nunca ha salido mal parada de la experiencia —a ver, que hay de todo, ¿eh? — y su evolución, de comparsa de su «pastelito» y villana alocada a antiheroína es de esas que, sabiendo dónde hay que pararse, merece la pena ser leída. ‘Harleen‘, título aparecido bajo el emblema del Black Label de DC, no es de esos con los que cabría asomarse al cambio que el personaje creado por Bruce Timm y Paul Dini ha sufrido en las tres últimas décadas pero, sin dudarlo, SÍ que es lectura obligada, no ya para aquél que alguna vez haya quedado fascinado por el carisma y lo peculiar de la personalidad de la psiquiatra atrapada por el lado oscuro de la nonagenaria creación de Bob Kane, sino para todo aquél que disfrute con historias que, como esta, se aproximan al origen de determinada creación para reimaginarla y ofrecerla, renovada, a las nuevas generaciones.
Eso es lo que el insigne Stjepan Šejić, creador de la singular ‘Sunstone‘ —una cabecera que, más allá de sus desnudos y escenas de sexo es magnífica lectura con unos personajes a los que resulta imposible no coger cariño —, hace con este volumen que, publicado ahora en edición de lujo por parte de ECC —espléndida la decisión de la editorial de respetar esa cubierta transparente que cambia la portada que ya tenía la edición Deluxe yanqui —, nos invita a un viaje apasionante a la psique de la doctora Harley Quinzel, una psiquiatra que busca dar la campanada con su aproximación al psicoanálisis de los villanos de Gotham para lograr su recuperación y reinserción en la sociedad y que, financiada por Bruce Wayne, encontrará en una de las celdas de Arkham la horma de su zapato muy a la manera de como Thomas Harris —o Jonathan Demme en su magistral adaptación a la gran pantalla — describía la relación entre Clarice Starling y Hannibal Lecter. De hecho, uno no puede evitar ver en ese pasillo, ese cristal y ese quid pro quo que ese establece entre la doctora Quinzel y Joker aquello que tan bien ponían en retorcido juego Jodie Foster y Anthony Hopkins, sólo que aquí, siguiendo las directrices de hacia dónde se debe conducir la historia, Šejić da un paso más allá en la tensión sexual evidente que desde un primer momento se establece entre la rubia doctora y el pálido residente de esa «casa seria en una Tierra seria» que decía Grant Morrison.
Y, en ese paso —que, evidentemente, pasa por lo carnal—, el autor arroja nuevas luces sobre Harley en aras a redefinirla y hacerla mucho más cercana, quizá no más víctima de las circunstancias, porque sólo ella es responsable de sus actos, pero sí una mujer con la que, hasta cierto punto, y salvando las distancias entre realidad y ficción, no resulta nada complicado empatizar. Al conseguir que se dé dicha conexión entre lector y personaje, Šejić garantiza que la lectura de esas doscientas y pico páginas se haga con un nivel de interés y devoción crecientes, máxime si, por supuesto, tenemos en cuenta que, a nivel visual, lo que nos ofrece el artista croata alcanza unas cotas que resultan, como poco, bárbaras: cualquiera que se haya acercado a un título firmado por él se habrá aprehendido de manera casi inmediata del gusto del europeo, no ya por las féminas voluptuosas, que también, sino por los juegos de composiciones y por utilizar la página y la doble página para explayarse con experimentaciones a la hora de configurar las viñetas, y ‘Harleen’, por supuesto, no es una excepción a esta tónica.
Así, lo que Šejić ofrece, arropado como decimos por una pátina visual de arrebatadora belleza plástica, cuenta con numerosos instantes para despertar el sentido de la maravilla en un lector que perdona algunas puntuales licencias anatómicas en favor de la espectacularidad en la que éstas quedan insertas. ‘Harleen’ se alza pues, como decíamos al comienzo, en uno de esos muchos ejemplos que hay que tener de entre aquellos con que cuenta ya el Black Label para que hayamos afirmado en más de una ocasión sobre él que es el rincón de las dos majors por excelencia con el que más disfrutamos a día de hoy. Un rincón del que DC no abusa, que ha ido aglutinando títulos con enorme acierto —sólo citaríamos dos o tres propuestas como irregulares y otras dos o tres como olvidables de entre todo lo que hasta ahora ha publicado la editorial— y que, esperemos, siga así por muchos años, apostando por un sello que no entra en el juego de la continuidad y que, al así marcar su personalidad, se ha convertido, a nuestros ojos, en IMPRESCINDIBLE.
Harleen (Edición Deluxe)
- Autores: Stjepan Šejić
- Editorial: ECC Ediciones
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 224 páginas
- Precio: 37.50 euros