'Gunsmith Cats 1', la patrulla felina

Dice el chiste que la mejor prueba de la inteligencia de los gatos es que no existen los gatos policía. Sin ser propiamente policías pero moviéndose en terrenos parejos a los agentes de la ley están las avispadas protagonistas de ‘Gunsmith Cats‘, Rally y Minnie, dos chicas, tiradora de élite una, artificiera la otra, que regentan una armería (la Gunsmith Cats del titulo) en Chicago pero que se ganan un importante sobresueldo como cazarecompensas. Unas viejas conocidas que ya superan la treintena de años desde su creación, pero que llegan nuevamente a nuestras librerías en una edición revisada en formato kanzenban tras pasar en ediciones anteriores por otros tan atípicos para el manga como el cómic book.

Recuperado por Planeta Cómic en cuatro volúmenes, ‘Gunsmith Cats’ es, junto a ‘Bubblegum crisis‘, la obra más conocida de su autor, Kenichi Sonoda. Una combinación de acción, comedia y erotismo con pinceladas de thriller que va uniendo una serie de aventuras autoconclusivas que a medida avanza las entregas van a empezar a conectar entre si. Con ese toque picante que tan popular ha sido en numerosos mangas y series japonesas de tema policiaco-detectivesco como ‘City hunter‘ o ‘Lupin III‘ este título no renuncia a desnudos gratuitos, transparencias reveladoras y primeros planos forzados de determinadas y características partes anatómicas, añadiendo la incómoda revelación (por no llamarlo de otra manera) de la edad y el pasado de una de sus protagonistas, que a los ojos del lector de hoy resulta incluso perturbador. Pero este sólo es un aspecto superficial de una trama de buenos y malos, llena de personajes carismáticos, en la que las misiones aceptadas por sus protagonistas y sus consecuencias, traducidas principalmente en los intentos de venganza por parte de numerosos elementos criminales, son la clave: Tiroteos de ritmo endiablado, persecuciones frenéticas, explosiones y ajustes de cuentas son ingredientes que no faltan en un cómic que es pura adrenalina.

Pero si hay un factor que contribuye esencialmente a ello y consigue sumergir completamente en el argumento al lector es su dibujo. Puro dinamismo, en la que todo fluye con naturalidad, desde el movimiento de sus personajes al de los vehículos. Con contadas escenas en las que sus personajes no estén sumidos en alguna escaramuza, no importa siquiera si uno de ellos está ingresado en un hospital, ‘Gunsmith Cats’ no para un momento. Y el modo en el que esto se refleja en imágenes es espectacular. Con un diseño de personajes vivaz y caricaturesco, en su mayoría de rostros intercambiables entre sí, eso sí, el detallismo con el que su autor representa vehículos y armas resulta sorprendente. Y aunque la imagen que crea de las ciudades de Chicago y los Ángeles en las que se desarrolla la acción resultan auténtico tópico, eso queda en el tintero mientras en nuestras retinas se fija la acción elevada a la enésima potencia, con personajes que rompen continuamente los márgenes, llegando a pisar sus propias representaciones en viñetas inferiores y perdiéndose entre las numerosas líneas cinéticas.

‘Gunsmith Cats’ es entretenimiento puro, en el que todo encaja al servicio de una trama que engancha desde sus primeros capítulos y que conquista por su buen dibujo y la simpatía que generan unas protagonistas que a pesar de tomar más de una decisión cuestionable siempre consiguen acabar poniéndonos de su parte. Aunque los años se noten en algún elemento anecdótico (y algunas elecciones de diseño más de moda en el momento en que fue dibujado) este manga no ha perdido ápice de su fuerza, logrando ser tan atrayente para el nuevo lector como para aquellos que vuelven a el en pleno arranque de nostalgia. No sabemos si Minnie y Rally gozan de esa inteligencia que se presupone a los gatos, pero sí que su popularidad ganada a pulso es digna de un ser con siete vidas.