‘Guardianes de la Galaxia: Emperador Quill’, inequívoca personalidad

Aunque no es la cualidad principal que servidor apuntaría acerca de lo que Brian Michael Bendis desarrolla en las poco más de 250 páginas que conforman esta nueva entrega de sus ‘Guardianes de la Galaxia‘ —ya hablaremos de ella un pelín más abajo—, resulta muy indicativo de quién es el responsable de firmar esta nueva etapa de la agrupación que James Gunn llevó a la gloria en la gran pantalla, el que las páginas iniciales de uno de los varios números que conforman el Marvel Deluxe se dediquen a una larga conversación entre Peter Quill y Kitty Pride acerca de…¡¡¡quién viste mejor!!! Como lo leéis. Vamos, que mientras pasaba esas tres o cuatro páginas, y no daba crédito a la inversión en espacio y tiempo que el guionista hacía en algo tan aparentemente inútil, no podía dejar de aplaudir el par de huevos que le echaba nuestro segundo calvorotas favorito de este mundillo —el primero, por si alguien se lo pregunta, es Brian K. Vaughan— y la franca declaración de principios que, de cara a sus muchos detractores, era tan flagrante uso de la «narrativa descomprimida» de la que tanto se le ha acusado a lo largo de los años.

Más allá de ese chiste —que, cuidado, no es el único que contiene la humorada continua que es un volumen que entiende muy bien, como lo hizo Gunn, que lo mejor del grupo formado por Starlord, Dax, Groot, Rocket y Gamora es la sinergia humorística que hay entre ellos— decía antes que había una cualidad que marcaba a fuego el transcurso de la acción de este ‘Emperador Quill’ y esa es, sin duda alguna, la épica que empapa todo el discurrir de un arco argumental en el que los Guardianes, con las adiciones de la Cosa, Gatasombra y Veneno, deben enfrentarse a la amenaza de Hala, una destructora de mundos Kree que se la tiene jurada a Peter por hacerle responsable de la desaparición de su planeta natal. Ocupando la primera mitad en un enfrentamiento a gran escala entre todos los guardianes y la citada Kree, la épica no abandona a lo que Bendis pone en jaque cuando, pasados a la segunda mitad, asistimos a la liberación de un planeta plagado de esclavos y a la búsqueda de cierta guerrera creada por Neil Gaiman, desplegando aquí el guionista su siempre espléndida construcción de personajes para introducir a varios carismáticos secundarios que complementan a la perfección al plantel principal.

De complemento perfecto cabría también calificar a Valerio Schiti, artista principal de un volumen que también cuenta entre sus filas con Mike Deodato Jr., y no porque el artista brasileño alterne páginas de la colección con el italiano, sino porque también se incluye aquí la miniserie ‘Guardianes de Sapiencial‘, cuatro números que sustituían a la serie regular durante los meses de las ‘Secret Wars‘ y que, entretenidos y espectaculares —como suele ser habitual en Deodato cuando no hace descansar todo el peso de su arte en las referencias fotográficas—, introducen a uno de los secundarios principales que aparecerá en el primer arco argumental de la serie regular. Pero me estoy yendo por las ramas. Schiti. Estaba hablando de Valerio Schiti. Un dibujante más que correcto al que quizás le falte algo de empaque pero que suple dicha carencia con ganas y con la cómica expresividad que es capaz de aportar a sus personajes, algo imprescindible para lograr transmitir en toda su amplitud el tono de intrascendencia có(s)mica que tienen las andanzas de los Guardianes en manos del insigne Brian. Michael. Bendis. ‘Nuff Said!!!!