Que el horror no tiene forma es vox populi. Si el horror tiene color es harina de otro costal. Más de uno dirá que el rojo de la sangre, el negro de la noche o el blanco de la tez de los cadáveres son sus colores, los más frecuentes en esos relatos destinados a qué se nos ericen los pelos de la nuca, pero los que amamos el terror sabemos que las posibilidades son infinitas…si no, que se lo digan a Pennywise original, a un paso de los añejos payasos de Micolor o a la niña de amarillo de ‘Dark water‘. A pesar de trabajar en blanco y negro en plena tradición manga Hideshi Hino se escuda en el color para presentarnos un septeto de pesadillas, cada una la historia de un cuadro de las muchas obras que cuelgan de las paredes de la galería de los horrores del título, un negocio de arte en el que su gestor, en la mejor tradición del dependiente de la tienda de ese ‘Historias de la máscara‘, también de Hino, de reciente nueva edición, está más que dispuesto a ser nuestro cicerone en este camino de locura y muerte, aunque con más tendencia a dejarse llevar por el escalofrío que por las moralejas largas.
Heterogénea antología, ‘Galería de horrores’ presenta cada historia con el título «horror en» seguido de un color. Con especial querencia por los encuentros con seres sobrenaturales y sombras del más allá entre sus páginas podemos encontrar viejos conocidos como los traumas infantiles que acaban conduciendo a la locura como el que sufre la protagonista del relato dedicado al rojo, los no tan infantiles del asesino vinculado al amarillo o ese espíritu que vuelve de ultratumba para advertir de un peligro acechante, aunque oculte motivos más oscuros de los que sospechamos en un principio como en la historieta del azul. Tampoco faltan los siniestros cuervos, por supuesto asociados al negro, que acosan a los habitantes de una ciudad, o, para el blanco, las peligrosas criaturas que oculta una terrible nevada. Y para redondear extraños casos médicos como el del hombre que se despierta viendo todo en gris o el de un niño que tras una caída descubre como una planta empieza a brotar de la herida de su cabeza. Hino toca todos los palos del terror sin renunciar a cruentas mutilaciones, mostrándose en su salsa a la hora de reflejar las grumosas texturas y bizarras transformaciones que tan características son de un mangaka de estilo engañosamente naif, en el que hasta los adultos tienen rasgos infantiles dando un nuevo matiz al concepto cuento de terror.
‘Galería de horrores’ es un buen muestrario del mejor Hideshi Hino. Nadie se salva en una obra en la que hasta el aparentemente más inocente tiene una cara oculta y en el que no hay espacio para los finales felices. Su estilo inconfundible, sumado a unas tramas planteadas mecánicamente para conducirnos a un final sorpresa, en la mejor tradición de la historia corta de terror o misterio, hacen de este un vumen que se lee tan fácilmente por piezas como en un suspiro de un tirón. Una obra que no debería perderse ningún fan del terror japonés en general y de Hino en particular pero que a la par constituye un buen primer peldaño para comenzar a disfrutar de los cómics de su autor. La cara oculta de lo cotidiano sin censuras ni justificaciones, solo Hino y su particular cohorte de engendros que recemos que para nuestra seguridad y deleite jamás abandonen los confines de sus marcos…o de sus viñetas.
Galería de horrores
- Autores: Hideshi Hino
- Editorial: La Cúpula
- Encuadernación: Rústica con solapas
- Páginas: 182 páginas
- Precio: 11,50 euros