‘Encuentros cercanos’, un cómic extraño

Una de las mentes más lúcidas y elocuentes que nos legó el s.XX, Carl Sagan dedicó muchos de los esfuerzos de su brillante trayectoria a desmontar los falsos mitos que giran en torno a la ufología y los abducidos. Recogidos muchos de ellos en ese libro de cabecera y lectura obligada que es ‘El mundo y sus demonios’, en el que Sagan aplicaba el método científico para derribar de forma sistemática todas las falacias levantadas durante décadas alrededor de los hombrecillos verdes y sus atroces experimentos en humanos al tiempo que arremetía contra la celebración de la ignorancia en la que la humanidad ya se regocijaba, si bien podría parecer que no tanto como en la actualidad —percepción equivocada, dicho sea de paso—, allá por mediados de los noventa; legiones a lo largo de la geografía planetaria son las que siguen creyendo a pie juntillas, por más que la ciencia no haya podido concluir nada al respecto, en la vida inteligente en otras latitudes del cosmos.

Plagada la ciencia-ficción de historias al respecto, y por más que servidor lo cuente como su género favorito, he de admitir que nada he hallado en ‘Encuentros cercanos’ que haya aludido a mi pasión por los relatos que nombres como Asimov, Philip K.Dick, H.G.Wells, Arthur C.Clarke, Ray Bradbury y tantos otros llevaron a lo más alto. No he hallado nada en un dibujo muy simple que, desprovisto de encanto —al menos a ojos de este reactor, claro está—, aún tiene mucho camino que recorrer en lo que a solidez de herramientas narrativas se refiere para que sus viñetas sean algo más que una simple secuencia que en no pocas ocasiones adolecen de soluciones de continuidad. Y tampoco he hallado nada en un guión que conforme avanzaba se me antojaba deslavazado, dando la impresión de que la creencia de la autora es que tan sólo por que el tema sea el que es, el interés del lector se va a mantener imperturbable de principio a fin. Lamentablemente no es así, y la combinación entre lo poco atractivo del dibujo con lo farragoso de seguir el avance de una acción con personajes con los que no se empatiza termina siendo determinante para que sólo se me ocurra recomendar este volumen a los amantes más extremos del fenómeno OVNI.