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V. Kingdom Come

‘Empress’, la space opera según Millar

Cuando hemos comentado la cantidad de comics de Mark Millar que ya figura en nuestra particular hemeroteca, resulta difícil arrancar una entrada sin echar mano de la consabida adoración personal por el autor; de la ya más que mascada incomprensión hacia los argumentos esgrimidos por sus detractores —tanto o más manidos que aquellos de los que yo suelo echar mano—; de la exposición de lo variado de su trayectoria, tanto si incluimos en ésta a DC y Marvel como si sólo nos limitamos a lo que el escocés ha generado en el Millarworld; de su ojo clínico a la hora de elegir dibujantes para sus proyectos —más sobre esto, de nuevo, un poco más abajo— o de la capacidad del guionista para, partiendo de premisas que en gran cantidad de ocasiones ya han sido planteadas con anterioridad, ofrecer historias que se alejan raudas de cualquier comparación posible.

Así las cosas, creo que resulta imposible pretender ser original a la hora de aproximarse a la crítica de un título del creador de ‘Kick-Ass’ o ‘Renacida’ y que, a partir de este momento, lo que vais a poder leer no es más que la enésima iteración sobre el mismo esquema que he utilizado en ocasiones anteriores, esto es, cantar las mil virtudes de un guión portentoso que echa mano de una ambientación a lo Star Wars para tirar por derroteros bien diferentes a los de la saga galáctica creada por George Lucas; y, en segunda instancia, alabar hasta decir basta lo que Stuart Immonen pone en juego durante siete números que son alucinante escaparate de las asombrosas capacidades gráficas de uno de los mejores dibujantes con que cuenta el panorama estadounidense actual.

Acción imparable que siempre tiene a bien cerrar cada número con uno de esos cliffhangers tan propios de los seriales de antaño —esos que sirvieron, al menos en parte, para construir el espíritu de la franquicia galáctica o, para el caso, el de Indiana Jones—, ‘Empress’ es la apuesta de Millar por seguir ampliando la supuesta hiperconexión del Millarworld —habrá que ver si algún día se le ocurre un mega-crossover con el que unir todo— viajando al pasado de hace millones de años de la Tierra para presentarnos a un grupo formado por una madre, sus tres hijos, el capitán de la guardia personal de la primera y un contrabandista de pequeña estatura que tendrán que batirse en huida para escapar de la ira de un marido tirano y cruel que gobierna con mano inmisericorde nuestro planeta: echando mano de recursos que ya sabemos que controla a la perfección —esos diálogo, esa forma de que toda la lectura pase volando— Millar consigue algo que ya es denominador común de todos sus títulos, que con pocas páginas estemos completamente familiarizados con sus personajes y les hayamos tomado mucho cariño.

Nada ajeno a ese logro —porque lo es, que no os quepa duda—, el trabajo de Immonen es, como decía, tan portentoso como cualquier cosa que le hayamos visto al dibujante en la última década: su estilo dinámico —quien no haya leído aún lo que está desarrollando en ‘Amazing Spider-Man‘ que se prepare para dejarse «volar la cabeza»—, la innata capacidad del dibujante para poner sobre el papel cualquiera de las muchas ideas locas de Millar, lo agradable de su trazo, lo bien que siempre lo entiende Wade von Grawbadger y el fantástico color que aquí aplica Ive Svorcina consiguen sumar tantos valores a la lectura que no caer rendido ante ella desde las primeras viñetas resulta de todo punto imposible. Pero bueno, eso es algo que podría aplicarse a cualquier obra de Millar, ¿no?…lo dicho, imposible resultar original…

Empress

  • Autores: Mark Millar & Stuart Immonen
  • Editorial: Panini
  • Encuadernación: Cartoné
  • Páginas: 208 páginas
  • Precio: 18,95 euros en

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4 comentarios en «‘Empress’, la space opera según Millar»

  1. Me calló por navidades y me llevé una sorpresa super agradable. Para mi, mucho mejor armada que Saga, que a veces daba bandazos y no me da la sensacion de no tener claro havia donde iba. Aquí está claro que hay un plan. Lo malo es que lo dejaré y ahora me he quedado huérfano…

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