‘El Horno Huérfano’, Kerouac estaría tan orgulloso como perplejo

El pasar un rato delante de la pantalla del ordenador, navegando por páginas dedicadas a informar sobre las múltiples publicaciones que tienen lugar allá en los States, suelen traducirse en una lista de posibles compras futuras. Comics que por lo general nunca verán la luz en nuestro país llaman la atención de todo aquel que decida arriesgarse a una compra a ciegas. Algunas veces, no muchas, nos llevamos sorpresas como este ‘El Horno Huérfano’, un título que se hizo un hueco en mi, cada vez más nutrida, lista negra y que gracias a La Cúpula podemos disfrutar en una edición bastante atractiva.

La historia que nos trae Ron Davis puede que nos suene de algo, cuenta con elementos vistos y leídos multitud de veces pero que, gracias a su pericia, le da un toque único, haciendo de la obra una lectura más que recomendable e interesante. Ya saben, grupo de adolescentes que ya no son tan niños, y empiezan a percibir ciertas cosas sobre el mundo que les rodea, pequeños misterios que los adultos parecen querer ocultarles. Scarper Lee, Castro Smith, Vera Pike, una pandilla que con la que rápidamente empatizaremos pero que viven en un mundo bastante distinto al nuestro: llueven cuchillos, cada persona conoce la fecha de su muerte o existen desguaces llenos de madres usadas.

Como podrán deducir, El Horno Huérfano no es una lectura fácil, Davis exige al lector que se adentre en este peculiar y fascinante mundo, y que lo haga poniendo toda su atención en una trama tan perversa como genial. Para ello conviene no dejarse abrumar por lo que plantea, no perderse en la maraña de capítulos cuya relación entre ellos puede llega a ser en algunas ocasiones demasiado laxa.

El estilo elegido por Davis para ilustrar las peripecias de este peculiar grupo de efebos se acerca más a un trazo cartoon, huyendo de un realismo que quizás hubiese sido lo esperado viendo el tono de la historia. Un acierto total si atendemos al resultado final de la obra, una lectura nada complaciente que no dejará a nadie indiferente. Que puede gustar más o menos pero que coloca a su autor en una apuesta tan arriesgada como gratificante. Y para terminar de redondear la reseña, informar que Davis se encuentra actualmente trabajando en la secuela de la obra, así que ya saben, pónganse con este tebeo y disfrútenlo sin prisas.
[Grade — 8.50]