El universo Marvel se va por el retrete. Y lo hace a ritmo de «tropocientas» colecciones mensuales que nada tienen que ofrecer y que mantienen sobresaturado a un mercado que veremos a ver si no termina estallando cual burbuja inmobiliaria. Por mucho que pueda parecer que se «me ha ido la pinza» y que Marvel —o DC, que tanto monta, monta tanto— está viviendo su mejor momento desde que Disney se hiciera con ella y comenzara a aplicar párrafo por párrafo y punto por punto su «Guía para garantizar unas ventas multimillonarias», lo cierto es que la afirmación está bien fundamentada en la lectura masiva que en los últimos diez años he venido haciendo de un muy alto porcentaje de las propuestas mensuales que salen de los hornos de La Casa de las Ideas.
Unas propuestas que durante mucho tiempo han tenido convencido a este redactor de que la editorial estaba muy por delante de la Distinguida Competencia en cuanto a calidad de lo que publicaban se trataba —máxime desde que DC se reimaginara en las Nuevas 52— y que, a pesar de los inevitables eventos anuales, conseguían mantener interesado al lector —a servidor— gracias al insigne trabajo de nombres como Bendis, Millar, Waid, Hickman, Fraction, Slott o Aaron.
Pero eso era hasta hace unos meses. De hecho, casi se podría afirmar que con las ‘Secret Wars’, ese macroevento que la editorial ha evitado vender como el reinicio que es en forma y fondo, y lo que de ellas ha comenzado a derivarse, la peor faceta de Marvel ha comenzado a dar la cara, y la vorágine de títulos que la editorial viene ofertando desde después del verano está dejando traslucir la más que alarmante carencia de ideas frescas —lo de la ‘Civil War II’ ha sido la gota que ha colmado el vaso— llamadas a establecer una separación clara entre la vertiente cinematográfica de la compañía y aquella impresa sobre el papel.
Que el futuro nos depare una suerte de continuidad entre una y otra no quiere decir que el presente, ese en el que Marvel está disparando en todas direcciones —y que, cuidado, sigue ayudándola a estar en lo más alto de la cadena alimenticia de ventas— para ver si algún acierto consigue, sea contemplado por los lectores más escépticos, entre los que obviamente me cuento, como el fin de la verdadera Casa de las Ideas.
Y mientras semana tras semana siguen cayendo series de la cuota mensual personal de lecturas por un desinterés total hacia lo que tanta nueva cabecera tiene que contarnos, es imposible dejar de lamentar que en esa toma de decisiones equivocadas en perpetua huida hacia adelante en la que se encuentra Marvel, hayan ido cerrándose puertas como la de ‘Los Cuatro Fantásticos’ —la última colección, la apadrinada por James Robinson y Leonard Kirk fue espléndida— o dejándose entreabiertas otras como las dos que os traeremos entre hoy y el viernes: las de ‘Ms. Marvel’ y ‘Daredevil’.
Bien es cierto que en lo que respecta a la genial creación de G. Willow Wilson y Adrian Alphona, pocos han sido los cambios que ha sufrido Kamala Khan tras la apisonadora de las ‘Secret Wars’ y esos ocho meses en blanco transcurridos entre el final del evento y los números uno de las series del All-New All-Different Marvel. Ocho meses llamados a ser llenados «de aquella manera» por otro crossover que, no obstante, parecen haber provocado un cambio en la inercia que la guionista había logrado alcanzar hasta la frenada en seco que fue el último número de los que recoge este tercer 100% Marvel dedicado a un oasis dentro de la agotadora continuidad marvelita.
Porque si un valor ha sabido mantener Wilson a lo largo de los diecinueve números que alcanza el primer volumen de ‘Ms.Marvel’ ese ha sido estar más o menos al margen de lo que se mueve en las altas esferas y haber ido discurriendo por un sendero paralelo que le ha permitido desarrollar todo un microcosmos apasionante plagado de personajes a cada cual con más carisma. Con Kamala como mayor logro en este sentido y toda su familia, sus amigos y las puntuales incursiones de personajes consolidados de la editorial no quedándose a la zaga de lo que la protagonista ofrece, es muy evidente —y ya lo comentamos en la reseña correspondiente al segundo volumen— que un 50% de la gran aceptación que ha cosechado esta espléndida cabecera recae sobre la labor del dibujante que más páginas ha cargado sobre sus hombros, el insigne Adrian Alphona.
El estilo entre cartoon y manga con grandes influencias del cómic yanqui hacia el que ha evolucionado el artista desde sus comienzos nos ha dejado muestras de auténtico asombro a lo largo de la colección, y los momentos en los que ha hecho falta tirar de algún «artista invitado» —al menos que éste sea el gran Takeshi Miyazawa— se ha echado mucho en falta la fuerte personalidad que el canadiense ha logrado aportar a una cabecera que, en otras manos, no habría calado de forma tan potente entre los aficionados. Esperemos que el devenir de su actual encarnación consiga desprenderse del lento arranque del que ha hecho gala y que, en nada de tiempo ‘Ms. Marvel’ vuelva a convertirse en ese «oasis» dentro del yermo al que, si nada lo impide, va abocada Marvel.
Ms. Marvel 3
- Autores: G. Willow Wilson, Adrian Alphona, James Robinson y Chris Samnee
- Editorial: Panini
- Encuadernación: Rústica con solapas
- Páginas: 112 páginas
- Precio: 10,45 euros en
nah,yo si estoy de acuerdo en que Marvel esta sobresaturando el mercado, pero no en que su calidad media haya bajado demasiado. Parte de la idea en hacer algo asi es conocer mejor tu audiencia y arriesgar con personajes(y escritores y artistas) desconocidos u olvidados, y en eso estan triunfando. Otra es entender que nadie, por mas fan que sea, va a leer todas tus series, por lo que puedes segmentar.
Secret Wars termino siendo excelente como miniserie, el resto de minis no tanto, pero ANAD ha traido consigo cosas brillantes como Vision, excelentes como Dr Strange, Iron Man,Power Man and Iron Fist, Ultimates,y seguido con cosas curiosas como Squirrel Girl o Ant-Man, y esa variedad a largo plazo va ayudar muchisimo a la industria, algo que DC no entendio con New 52 y lo esta pagando ahora
A mi Vision me ha dejado algo indiferente, aunque sí que estoy de acuerdo en que Dr. Strange y Iron Man son espléndidas (una lástima que David Marquez se haya tenido que ir a hacer Civil War II y haya venido el todoterreno Deodato) y que Ultimates está bastante bien (habrá que ver cómo le sienta a la serie los números no dibujados por Rocafort). Yo añadiría a las que citas las dos de Spiderman, tanto el Amazing (porque Slott sigue haciendo más o menos lo que le viene en gana, y eso «es bien») y la que llevan para adelante Bendis y Pichelli, que tiene pinta de que también va a ser una suerte de «esta es mi colección y hago con ella lo que quiero».
El problema, es que ¿cuántas series hemos citado? ¿Diez? ¿Cuántas publica Marvel al cabo del mes? Que sí, que la segmentación del público objetivo de las series está muy bien, pero resulta agotador repasar el montante mensual e intentar dar con algo que sobresalga entre tanta mediocridad. No sé, lo mismo tienes razón y de aquí sale algo bueno. Lo dudo, pero es el escéptico que hay en mi el que habla 😛
Es comprensible, si yo fuera tu tambien estaria fatigadisimo del genero pero con mas razon es bueno que no leas tanto de Marvel y DC, yo soy nuevo a comics y probe un monton de ambas y la verdad de DC me quede con Justice League que el arte solo lo vale, Gotham Academy que es encantador,Grayson el American Alien de Landis… y ahi llegue. En cambio de Marvel la mayoria al menos son entretenidas y tienen un arte solido(A-Force,Silk,Spider Gwen por decir 3), con algunas series como Spider-Woman,Thor,Cap Marvel, Daredevil muchisimo mejor que eso
Afortunadamente, Fernando, leo muchísimo más al margen de Marvel y DC (que el cómic europeo da de sí una barbaridad). La «pataleta» con estas dos viene de que, como lector y coleccionista desde hace tanto tiempo, me apena muchísimo no poder encontrar nada (o encontrar muy poco) en ambos universos que me convenza.