'El corazón coronado. Integral', las excentricidades de Jodorowsky

La (re)lectura de ‘El corazón coronado‘ ha vuelto a poner de manifiesto una idea que se me ocurrió, años ha, cuando ya había consumido gran parte de la producción en cómic de Jodorowsky. Ésta no era otra que, ante cualquier nueva aproximación que hubiera que hacer de su obra, dos podían ser las opciones que se abrían ante el potencial lector. Para la primera, habría que hacer acopio de cuantas más sustancias alucinógenas mejor para así poder sacar algo en claro de toda la abusiva y desenfrenada verborrea con la que el chileno suele caracterizar sus títulos.

Para la segunda, mucho más recomendable y menos perjudicial para la salud, habría que tratar de ignorar en la medida de lo posible todos los ininteligibles discursos que se han convertido en marca de fábrica del psicomago para, con inmensa paciencia, intentar entresacar alguna conclusión lógica de la monumental ilógica de la que suele hacer gala.

Y si bien hay títulos que no necesitan de dicho ejercicio de abstracción (‘Los Borgia’ o la magistral ‘Bouncer’) y hay otros en los que la levedad del mismo es de variable hacia la baja (‘La casta de los Metabarones’ o ‘El Incal’ en menor medida) no deja de ser cierto que en otra buena parte de su producción resulta un proceso harto complicado el tratar de desentrañar el significado ya de la historia en términos generales ya de algunos diálogos que parecen escritos por mediación de LSD. Es en este grupo en el que encontramos a títulos como ‘Los tecnopadres‘, ‘Megalex‘ o, cómo no, ‘El corazón coronado‘.

Segunda edición integral que Norma le hace a los tres álbumes (en esta ocasión en el formato de 19×26 que viene usando de un tiempo a esta parte para los integrales) que conforman este relato de gran influencia autobiográfica, ‘El corazón coronado’ cuenta como protagonista con un sosias del propio Jodorowsky volviendo a contar el escritor con la ayuda del gran Moebius para visualizar las alocadas aventuras de influencia religiosa de un filósofo profesor de la Sorbona llamado Alain Mangel.

Líder espiritual de unos acólitos/alumnos que besan el suelo que pisa, Mangel se verá envuelto en una serie de circunstancias que, arrancando con el sorprendente abandono de su esposa, terminarán llevándolo a la jungla sudafricana junto a dos mujeres y un hombre que se han autoerigido en una suerte de nueva y santa trinidad (o algo así). Como podéis imaginar, en el ínterin entre ambas situaciones hay lugar para todo, dejando Jodorowsky rienda suelta a unos discursos meta-místico-sexuales-eróticos-filosóficos-religiosos-existencialistas capaces de espachurrar las neuronas del más iluminado de los lectores.

Con todo, ‘El corazón coronado’ es una lectura tan entretenida e hilarante que uno termina pasando por alto toda la cháchara y se deja llevar allí donde quiera ir la acción planteada por Jodorowsky, ayudando a ello sobremanera el trazo de un Moebius que refleja en todo momento el desenfadado carácter de la historia, con un dibujo suelto y muy caricaturesco al que, eso sí, le pasa factura (en lo que a muy diferentes estilos compositivos se refiere) el hecho de que entre el segundo y el tercer álbum originales transcurrieran algo más de seis años.

FICHA TÉCNICA: El corazón coronado. Integral