'Diana & Charlie', amigues para siempre

Adultos transformados en niños y niños en adultos, dioses vikingos convertidos en ranas, princesas mutadas en ogros y un largo etcétera son buena muestra de que eso de habitar un cuerpo ajeno es perfecto terreno abonado para el fantástico. Pero fuera del disfrutable reino de la fantasía el sentir que se habita un cuerpo que no nos corresponde es un drama diario para miles de personas. Este es el caso de Diana y Charlie, protagonistas del cómic homónimo de Elias Ericson.

A punto de cumplir los 18 Diana y Charlie son dos estudiantes a los que une una gran amistad. Su problema principal es que a las dudas que corroen a todo adolescente se suma que Diana es una chica trans y lesbiana, mientras que Charlie se identifica como persona no binaria. A pesar del apoyo de sus amigos del instituto, aunque a alguno se le olvide siempre que Diana ya no se llama Dante, las complicadas relaciones domésticas, con padres que se niegan a reconocer la realidad de sus hijos o bien no se involucran lo bastante, en ocasiones por desconocimiento, no ayudan a crear sensación de seguridad en dos jóvenes para los que esos fines de semana entre alcohol y amigos se convierten en auténticas tablas de salvación.

‘Diana & Charlie‘ es un buen retrato de la angustia adolescente. De los sentimientos confusos, de la necesidad de pertenencia, del descubrimiento de nuevas sensaciones. La incorporación de la problemática LGTBIQA+ añade una dimensión que no quita que muchos de los problemas que aquejan a nuestros protagonistas sean comunes a cualquier persona cis y hetero de su edad (ese nerviosismo al pensar en si sus sentimientos son correspondidos), en equilibrio entre la trascendencia y la frivolidad.

Nos encontramos ante un acercamiento a la adolescencia en general y a la adolescencia trans en particular, realista, sin obviar aspectos incómodos (las cuestiones en torno a la esterilización, o la necesidad de Charlie de ayuda psiquiátríca) pero sin evitar reflejar la inocencia de unas personas tan maduras en ciertas cuestiones como legas en otras. Siempre incidiendo en la importancia de los lazos emocionales como ancla para reafirmar la personalidad y evolucionar en un sentido tanto psicológico como físico, ‘Diana & Charlie’ es una excelente carta de presentación para la visibilidad de una comunidad cuyos derechos y oportunidades han evolucionado mucho en los últimos años pero para la que quedan muchas puertas por abrir, en especial cuando se aborda a través de la mirada de protagonistas muy jóvenes pero con ideas muy claras. La sencillez de su apartado visual, que se nos antoja hasta garabateado, con cierto punto naif y una expresividad que, salvando las distancias, nos recuerda al mundo del manga, ayudan a que su mensaje nos llegue con una naturalidad que es lo que realmente consigue conquistarnos.

‘Diana & Charlie’ es ante todo un aluvión de sentimientos y una hermosa historia de amistad. Una trama que sabe crear empatía con un lector que, independientemente de su opción sexual, se encuentra con unas emociones que no le son indiferentes. Espejo de un camino que no es fácil para el que lo recorre pero en el que la guía es la esperanza, este cómic es un bello homenaje a todas las Dianas y todos los Charlies que todavía están descubriéndose a sí mismos pero no están dispuestos a rendirse. Aunque pasen los siglos eso de «Conócete a ti mismo» no ha perdido vigencia alguna…y si es con amigos, mejor.