‘Descender 6. Máquina de guerra’, apoteosis

Y se acabó. El final de ‘Descender’ llegó. Llegó con una fuerza que, por esperada, no fue menos sorprendente. Con una categoría que, por anticipada, no fue menos sobresaliente. Llegó, aunque Lemire no lo había planeado así, y dio cierre a una cabecera que durante 32 números, sirvió al guionista para, hasta cierto punto, redefinir la ciencia-ficción en viñetas. Llegó, también, para dejar claro que no es necesario alargar una idea sine die si lo que esta pide es una cifra concreta de grapas sobre las que desarrollarse. Y llegó, por último, para volver. ¿Para volver? Sí, para volver.

Porque, como ya habréis seguro leído por ahí, el sobrecogedor final de la historia de Tim21 y sus amigos, la épica y asombrosa conclusión a dos años y medio de lo mejor que ha dado el género en el cómic en mucho tiempo, no es sino la primera etapa de un proyecto más grande, más ambicioso si cabe, que continuará el próximo mes de abril con ‘Ascender’, una nueva serie situada diez años después de las últimas páginas de ‘Descender’ que, introducida precisamente en éstas, dejan claro que Lemire y Nguyen le han cogido demasiado cariño a este fantástico universo como para soltarlo así como así. Y, claro está, si hay alguien que sale ganando de tal deseo, esos somos nosotros, unos lectores que llevamos frotándonos las manos de regocijo ante la perspectiva de lo que ofrecerá la nueva colección toda vez comience a ser publicada por Image al otro lado del charco.

Mientras tanto, no obstante, lo mejor que uno puede hacer no es aguardar paciente, sino tomar un papel activo en esa espera y agarrar de nuevo los seis volúmenes en los que Astiberri ha recogido ‘Descender’ en su edición en castellano. Seis volúmenes que, y no nos cansaremos de decirlo, conforman todo un portento narrativo y gráfico a un nivel que raya lo magistral cuando no retoza en él con gracilidad. Seis volúmenes que son un compendio de buenas ideas sobre las que se colocan otras aún mejores; de maravillosos personajes situados en el epicentro de un conflicto intergaláctico de dimensiones que asustarían a Carl Sagan. Seis volúmenes que son pieza imprescindible en la tebeoteca de todo coleccionista que se precie y que, desde ya, están pidiendo exigiendo una revisión efectuada, no con la temporalización a la que nos sometió la publicación mensual yanqui o aquella de la que ha echado mano la editorial bilbaína, sino una que nos permita tomar la media docena de tomos, sentarnos en nuestro rincón favorito y, avisando de que nadie nos moleste, echar las dos o tres horas que requerirá, más o menos, el volver a viajar a este FABULOSO rincón del cosmos. A él esperamos volver en breve y desde él volveremos a informaros cuando llegue el momento.