‘Descender 5. La rebelión de los robots’, se acerca el FIN

Queridos lectores, estamos a un único volumen de que ‘Descender’, la mejor serie de ciencia-ficción que hoy por hoy se publica en terreno estadounidense —no hace falta que os diga que la MEJOR que se publica, sea donde sea, es ‘Universo’ de Albert Monteys, ¿verdad?—, toque a su fin. Cuando lo haga, cuando ‘Descender’ cierre en el número 32 —que, dicho sea de paso, esta a una semana de aparecer allende los mares— Jeff Lemire y Dustin Nguyen habrán construido una magistral historia llena de personajes para el recuerdo y de reflexiones desde un tiempo futuro sobre asuntos socio-políticos de rabiosa actualidad que se situará, por derecho propio, entre lo mejor que habrá dado el género en cualquiera de sus disciplinas a lo largo de su dilatado recorrido.

Lograr tal hazaña hace que, por poco que podamos ya desvelar de la cabecera a estas alturas —en realidad, más allá de lo que revela el título, esa rebelión de los robots a la que ha estado abocado todo desde casi el comienzo, no podemos abundar en detalles—, sobren ulteriores recomendaciones sobre una cabecera portentosa, hilvanada con esmero y sumo mimo por parte de un guionista que ha tenido claro desde el principio qué resortes ir tocando y cómo hacerlos relacionarse entre sí para imaginar un microscosmos épico y apasionante. Un microcosmos pletórico, como decía arriba, de personajes con voz propia y personalidad perfectamente definida que evolucionan a ojos vistas, de sub-tramas precisas que nunca divagan y siempre terminan confluyendo en el gran arco central y de disquisiciones que, como las mejores obras del género, nos hablan a los lectores de asuntos reales desde instantes ficticios.

Huelga decir también, que nada hubiera sido igual en ‘Descender’ si en ella no hubiera estado implicado hasta el grado en el que lo ha estado, un Dustin Nguyen que, después de este trabajo, podría retirarse tranquilo de haber alcanzado la máxima expresión de lo que su arte ha ofrecido hasta ahora: a cada ocasión que hemos hablado de la serie hemos loado sin paliativos la sublime belleza de sus páginas acuareladas, unas planchas en las que la sutileza y el minimalismo trabajan de la mano para concretar con los elementos justos lo que hay que trasladar al lector y que, por más que puedan parecérnoslo, jamás recurren a los típicos mecanismos del cómic yanqui que, vacíos de significado, sólo pretenden epatar al lector.

Dicho todo lo anterior que, repito, no hace sino reiterar el mismo mensaje que hemos ido dando en entregas anteriores de la serie, sólo nos queda recomendaros encarecidamente la adquisición de todos los magníficos volúmenes en los que, con su habitual calidad de producción, Astiberri ha recogido una cabecera ESPECTACULAR y MARAVILLOSA e instaros, cómo no, a esas últimas líneas en las que ofreceremos nuestras reflexiones finales sobre ‘Descender’.