Sé que está muy mal visto que se utilice la comparación en un texto crítico por cuanto deberíamos ser capaces de valorar un hecho tebeístico desde lo que, de manera aislada, lo hace grande. Pero es que se me hace muy difícil acometer esta entrada acerca de ‘DCsos‘ sin echar mano de una pequeña variación sobre un argumento que llevo bastantes años esgrimiendo: lo fácil que DC lo pone a cualquier lector para acercarse a su universo y poder disfrutar, sin ninguna preocupación por continuidades ni leches, de cualquiera de sus personajes mientras que, en Marvel, esto es algo que, si en algún momento van a hacer, cabría pensar que ya van muy, pero que MUY TARDE. La casa de Batman y Superman apostó durante muchos años por los Elseworlds, esas historias alternativas de sus caracteres más prominentes que nos llegaron a proponer desde un Batman enfrentado a Jack el Destripador a un Superman comunista pasando por un inmenso rosario del que, quizás, algún día, nos ocupemos en una reseña o serie de reseñas.
Cerrada ya hace años una línea que muchos quisiéramos volver a ver resucitada, y moviéndonos de un salto a lo que hoy por hoy nos llega desde el agitado mundillo de DC, es evidente que nuestras ansias de relatos de los que podamos dar cuenta sin ninguna disquisición más que conocer a los personajes y que nos ofrezcan, sobre todo, miradas imposibles de encontrar en el grueso de la continuidad, quedan más que cubiertas por todo lo que, hasta el momento, ha llegado a ofrecer el Black Label, un sello que cuenta ya con IMPRESCINDIBLES títulos como el universo que ha construido Sean Murphy para Batman, el que rodea a la Wonder Woman de Daniel Warren Johnson, esa «otra historia» del Universo DC que tan asombrados nos ha dejado, la asombrosa ‘Strange Adventures‘ de Tom King, Mitch Gerads y Evan Shaner o la aún más asombrosa ‘Human Target‘ del mismo guionista y Greg Smallwood o la maravilla que ha resultado ser la Catwoman de Cliff Chiang. Títulos todos que demuestran, de la misma manera que, fuera del Black Label, lo hacen apuestas como ‘DCesos’ o la muy estimulante ‘DC vs. Vampires‘, que tras más de ochenta años de historias, aún no está todo dicho en la editorial.
Y es que, centrando ya nuestra atención en lo que Tom Taylor ha desarrollado dentro de la editorial, está claro que la suerte de corriente de historias «aquí nadie está a salvo» que el guionista inaugurara con ‘Injustice‘, ha encontrado tal respuesta por parte del fandom, que lo único que los lectores parecen estar exigiendo de DC es que se las ingenien para ofrecerles relatos en los que la sensación de vértigo que imprime el no saber quién vivirá y quién morirá sea la tónica reinante. Y, bajo esta tesitura, es como, toda vez ‘Injustice’ llegaba a su fin, Taylor se sacaba de la chistera este ‘DCsos’, que no deja de ser una iteración brillante sobre el esquema que planteara hace años Robert Kirkman en ‘Marvel Zombies‘ y que convertía a la mayoría del Universo DC en contrapartidas sedientas de sangre.
Tras una primera y MUY BRILLANTE serie en la que Trevor Hairsine nos dejaba con la boca abierta gracias a un dibujo épico a manos llenas, DC vio claro el filón que era ‘DCsos’ y decidió, no sólo que a la primera miniserie central le siguiera una secuela tan fabulosa como la original o, incluso, una tercera y última parte actualmente en publicación que va camino de estar más que a la altura de sus dos predecesoras; sino abundar en detalles acerca de otros rincones de este muy sorprendente microcosmos centrando el foco, ya en Slade Wilson y un pequeño grupo de antihéroes —en ‘DCsos. Inmortales‘, que nuestro compañero Mario comentaba por aquí—, ya en narrar, entre líneas de la primera serie, cómo confrontan los héroes de DC la ecuación anti-vida y el monstruoso efecto que tiene en miles de millones de personas en el mundo.
Aparecida primero en formato digital y recopilada después en papel, ‘DCsos. Esperanza en el fin del mundo’ es, quizás, el punto más bajo de lo que hasta ahora ha surgido de la idea de Tom Taylor pero, considerando la enorme altura a la que rayan las cabeceras principales y lo espléndido de ‘Inmortales’, que esta miniserie se quede sólo en un modesto notable es algo que, ni queremos reprochar ni vamos a reprochar. Sí, en términos de dibujo es muy irregular —hay viñetas aquí que dan «vergüencita ajena»— y hace que echemos muy en falta a Hairsine. Sí, es cierto que los huecos que llenan son de esos que no hacía falta llenar. Pero, aún asumiendo ambos factores, resulta tremendamente disfrutable lo que Taylor plantea alrededor de las conversaciones entre Superman y Lois, la determinación de Wonder Woman, cualquiera de las escenas en las que interviene Damien Wayne o aquellas en las que Jimmy Olsen va narrando cómo va sucumbiendo el mundo ante el imparable avance de la temida ecuación de Darkseid.
Con sus limitados «peros», ‘DCsos. Esperanza en el fin del mundo’, se alza como pieza complementaria que devendrá en lectura fundamental para aquellos que, como servidor, son incapaces de resistirse a cualquier cosa que sale del talento de su creador. Un escritor que aquí mantiene las formas a la perfección; que, aún sabiendo por dónde van a discurrir los acontecimientos —no olvidemos que lo que aquí acaece tiene lugar entre las viñetas de ‘DCsos’— se las arregla para mantener la tensión y que los diálogos huyan de lo prescindible y que, en última instancia, ofrece una lectura que pasa fugaz ante nuestra mirada y se alza como un entretenimiento, sino de primerísimo orden, sí de primer orden.
DCsos: Esperanza en el fin del mundo
- Autores: Tom Taylor y VVAA
- Editorial: ECC Ediciones
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 176 páginas
- Precio: 20,95 euros
- Nguyen, Dustin (Author)