'Crisis Final #1': un buen inicio de serie limitada

De todos los defectos que Grant Morrison tiene (y lo digo siendo fan del escocés), casi ninguno se asoma por ‘Crisis Final #1’, el número inaugural del último megaevento de DC, que un año después de estrenarse en EEUU llega ahora a España de la mano de Planeta.

Acompañado a los lápices por un brillante aunque lento JG Jones (en los próximos números el dibujante será sustituido por otros, como consecuencia de sus retrasos), Morrison deja en este primer número muchas líneas abiertas, tal vez demasiadas, en la énesima narración épica de la destrucción del universo DC… o algo así.

Morrison plantea una saga que conoce muy bien el Universo DC y que utiliza a numerosos personajes, pero que se sale de lo habitual: los personajes centrales del primer número no son los típicos. Abrir el primer número de su megaevento con Anthro y Metron (en una escena magnífica) ya deja claro que el enfoque es distinto. Que la siguiente secuencia sea una de Vandal Savage en la prehistoria y que el primer héroe que aparezca sea un “segunda fila” (John Stewart) rubrican la sensación. Y, sin embargo, la apariencia no es que ésta vaya a ser una historia menor.

Morrison y Jones quieren crear la sensación de que hay una amenaza más grande que el universo, pero se quedan a medias. Por un lado, tenemos el típico y gastado “somos los villanos y nos unimos para vencer”. Por otro, los métodos de guionista y escritor son de todo menos los habituales: la muerte del superhéroe que parece ser obligatoria en todo megacrossover llega en ‘Crisis Final’ de manera tan seca y fría que es hasta sorprendente. Es un asesinato en toda regla, no una pelea de “buenos contra malos” que no sale del todo bien.

‘Crisis Final #1’ es una presentación densa que, afortunadamente, en su edición española (cara, ya que estamos) está suficientemente bien anotada como para seguirla sin problemas. Visualmente tiene momentos fabulosos, aunque posiblemente su cliffhanger no sea especialmente llamativo.

No es, desde luego, enrevesada, ni una ida de olla ni una obra contagiada por el ego de su autor, al menos en este primer número. Es un cómic de superhéroes bien hecho que puede dejar una gran historia, así que todo aquel mínimamente interesado en DC debería leerlo.

(Otras opiniones: El Critikator, Vía News,