'Batman: El Mundo' y 'Batman: La Máscara del Fantasma', versiones y más versiones

Uno ya no sabe a estas alturas de la película la cantidad de proyectos que ha protagonizado El Caballero Oscuro a lo largo de su historia. Y no hablamos tan solo de las colecciones regulares que mes tras mes han aportado la dosis habitual de acción made in Gotham. No. Aquí ponemos especial atención a todos esos relatos unitarios o de corta duración, todos esos trabajos especiales que suelen “caber” en un tomo y entre los que se encuentran infinidad de joyas, obras maestras que han encumbrado al personaje hasta convertirse en una de las caras más representativas de la editorial. Poco importa el motivo por el que se facture este o aquel tebeo, puede ser la celebración de un aniversario, un autor que ha dejado su huella, diversos cruces con algún personaje en concreto o, simplemente, un “Lo Mejor de…”. Todo vale. Hoy por ejemplo tenemos ración doble del defensor de Ciudad Gótica, dos trabajos magníficos bien diferenciados entre ellos como son el reciente ‘Batman: El Mundo’ y ‘Batman La Máscara del Fantasma’. En el primero nos iremos a hacer un poco de turismo a distintas localizaciones del planeta y, en el segundo, nos trasladaremos hasta los días de la famosa “Serie de Animación” para quedarnos con uno de sus largometrajes más representativos.

La premisa de partida de ‘Batman: El Mundo’ tiene todas las papeletas para hacernos pasar un rato de lo más entretenido gracias a la diversidad que nos ofrece, ya que poder disfrutar de distintas visiones del personaje dependiendo del lugar donde transcurra la acción es algo bastante original. Evidentemente, estamos hablando de Bruce Wayne, alguien que no tiene problemas de presupuesto y con contactos por todo el globo por lo que no faltará ningún destino por exótico que pueda ser. Preparen sus pasaportes porque hay paradas en todo tipo de países: Estados Unidos, Francia, España, Italia, Alemania, Rusia, Turquía, México, Brasil, China o Japón entre otros. Pero no acaban aquí las sorpresas, los autores implicados en el proyecto tendrán la nacionalidad del sitio correspondiente y cada uno de ellos plasmará la aventura con un estilo propio y característico. Venga, entiendo que los menos soñadores del lugar puedan pensar que esto no deja de ser otra recopilación de historias cortas pergeñadas por autores de los que nada (o poco) sabemos, pero la verdad es que la sensación final es bastante buena y positiva. Y si sirve para poder llegar al trabajo de guionistas y dibujantes que, de otra forma, iba a ser bastante complicado conocerlos, pues bienvenido sea.

Aún así, la selección de nombres abarca un buen puñado de autores bastante representativos de la industria y a poco que estemos al tanto de otros mercados podremos reconocer a algunos de ellos. ¿Brian Azzarello y Lee Bermejo? Bueno, estos eran de los fáciles. La famosa y alabada pareja es la encargada de abrir el volumen con unas páginas en las que brilla el arte de Bermejo con un nivel que sigue creciendo hasta lo increíble. La siguiente parada será en Francia, Mathieu Gabella y Thierry Martin nos traen un relato con una Catwoman en su salsa. Nuestro Paco Roca aporta su granito de arena con un guión (y dibujo) en el que el bueno de Bruce Wayne se toma unas merecidas vacaciones y se “abandona” un poco de todo lo que supone ser Batman. Hay más y muy variado, Nicola Mari conocido por su arte en un clásico italiano como es “Dylan Dog”, Benjamin von Eckartsberg y Thomas von Kummant cuya fama ha subido como la espuma gracias a su inconmensurable “Gung Ho” o el polaco Piotr Kowalski conocido por “Sex” junto a Joe Casey. Sin embargo, para un servidor, la perla de este tomo corre a manos de Kirill Kutuzov, Egor Prutov y Natalia Zaidova, autores rusos todos ellos que saben captar a la perfección la esencia del invento y se marcan unas páginas llenas de ternura y buen hacer que nos llega a la patata. La siguiente obra que tenemos entre manos también se aleja un tanto de las convenciones del personaje ya que su estilo cartoon no es el más usual en sus títulos. Un mínimo problema si tenemos en cuenta la calidad que desprenden cada una de sus páginas.

‘Batman La Máscara del Fantasma’ se estrenó en los cines de Estados Unidos allá por el año 1993 satisfaciendo a todos los seguidores con que contaba la serie televisiva. Un nivel de producción bastante alto y un guión exquisito la hacían merecedora de elogios por parte de público y crítica, algo que no la salvó de ser un fracaso en taquilla (aquí en España la recibimos directamente en el mercado doméstico). Inexplicable. El tiempo la ha convertido en un producto de culto y siempre obtiene buenas reseñas de todo aquel que la ha visionado. No tardaría en llegar la correspondiente versión en viñetas, un comic especial que complementaba a la serie regular y donde Kelley Puckett y Mike Parobeck dejaban bien claro el buen tino y gusto que gastaban a la hora de facturar la adaptación. Un guión en el que se mezclan todo tipo de elementos para disfrute del lector. Bruce Wayne retoma un antiguo amor de juventud que acaba de reaparecer en Gotham, Andrea Beamount. No todo va a ser agradable ya que también entra en escena un nuevo justiciero que parece decidido a acabar con todos los jefes. ¿Problema? Parece que la opinión pública confunde a este nuevo personaje con Batman ya que su aspecto es bastante parecido. De esta manera, el Caballero Oscuro, tendrá dos misiones: localizar y descubrir al asesino para poder limpiar su nombre y formalizar su compromiso con Andrea. Un deleite absoluto desde la primera hasta la última página que deja bien claro el motivo por el que la serie de animación es considerada, incluso a día de hoy, como una de las mejores versiones que se han hecho del personaje en todos sus años de historia.