‘Conan Rey: Lobos de Allende la Frontera’, el guerrero sin descanso

Desde que Kurt Busiek revitalizaran al bárbaro más conocido de las viñetas hace algunos años, el personaje no ha parado de dar buenos momentos a su legión de fieles lectores. Una puesta a punto que le vino que ni pintado tras haber caído en el tedio y el piloto automático, dejando con las mosca detrás de la oreja a más de uno. Finalizó todo ese revuelo inicial y ahora tocaba lo más difícil, mantener el interés entre sus aficionados, gente que exigiría el mismo nivel que ya había disfrutado previamente. Tras ver los resultados del material más reciente, todos podemos estar tranquilos, y un ejemplo de ello este ‘Conan Rey: Lobos de Allende la Frontera’.

Ya pudimos ver, o hacernos una idea, cuando finalizaba una de las películas interpretadas por Arnold Schwarzenegger que Conan terminaría como un anciano gobernante, un guerrero curtido en mil y un combates que, sentado en su trono, defendería Aquilonia de cualquier amenaza. Este volumen publicado por Planeta Comic nos muestra, precisamente, ese Conan de avanzada edad que, siendo un gobernador justo, se siente más cómodo con una espada en las manos y en primera línea de batalla que “escondido” en sus aposentos con una corona en la cabeza. Aprovecha la primera oportunidad que se le presenta para hacer lo que mejor sabe.

El aguerrido cimmerio aprovecha para relacionarse con la gente, “disfrazado” como uno más visita las tabernas de Tarantia, una forma inmejorable para no olvidar su procedencia y orígenes. Antes de partir para siempre hacia los inexplorados mundos del oeste, aún habrá tiempo para que viva una última aventura en la que se establecerá una relación con otro conquistador, Kull, la siempre atractiva Atlántida y el que será rey de los pictos. Una aventura que se basa en un relato de Robert E, Howard que quedó inconcluso y que Timothy Truman ha usado para crear su propia versión.

El guionista se encuentra muy cómodo escribiendo estas nuevas aventuras de Conan y se nota en el resultado final, unas historias trepidantes y emocionantes a pesar de haber sido adaptadas anteriormente. Mención especial merecen los encargados de la parte gráfica: Tomás Giorello y José Villarrubia. Dibujante y colorista demuestran estar más que compenetrados a la hora de facturar páginas llenas de fuerza, la violencia de los combates no pueden ser plasmadas con mayor acierto. Una muestra más de lo bien que está envejeciendo un personajes que tiene bastantes años a sus espaldas pero que, entre una cosa y otra, no para de hacernos disfrutar a los amantes de los comics de espada y brujería.
[Grade — 8.00]