Le decía el otro día a un buen amigo que ha retomado hace poco la afición de coleccionar tebeos, y que no había «catado» nunca ningún título de la imprescindible producción que compartieron Carlos Trillo y Horacio Altuna, que con los autores argentinos «NUNCA puedes equivocarte». Ante tal verdad, se dejó convencer para que fuera este ‘Charlie Moon’ el primero de los álbumes firmado por la pareja de artistas sudamericanos a los que se acercaría y, aunque aún estoy a la espera de tener un veredicto por su parte, tengo la plena certeza, máxime desde esta cuarta o quinta lectura que le he hecho al material con ocasión de la edición de Astiberri, de que caerá rendido ante la evidencia de haber dado cuenta de un tebeo que se encuentra muy, muy por encima de la media.
Si esta ha sido mi cuarta o quinta vuelta con los cinco pequeños relatos independientes que conforman el viaje de Trillo y Altuna a la américa del New Deal de Roosevelt —aquél plan con el que, el que fuera cuatro veces presidente de Estados Unidos, pretendía sacar al país de la Gran Depresión—, es debido, como ya dije hace cosa de dos años, a que en las estanterías de mi tebeoteca, y junto a los otros tres volúmenes que conformaron la Colección Horacio Altuna, ‘Charlie Moon’ llevaba ya reposando una década en la anterior edición de Planeta DeAgostini. Pero el tener tan cercano conocimiento de lo que acontece en sus páginas no ha sido impedimento alguno para que, aprovechando esta nueva encarnación que nos ofrece la editorial bilbaína, haya vuelto a pasear con pasión y renovado interés por las polvorientas calles de esas ciudades sin nombre por las que vaga el adolescente protagonista.
Girando en torno a él y con una clara intención de servir de relatos de talante iniciático, lo que Trillo y Altuna consiguen con una facilidad pasmosa es capturar el zeitgeist de aquellos años en los que Estados Unidos se vio sumida en un hundimiento que, comenzando en lo económico, afectó desde la primera a la última estructura social del enorme país. Y esto se pone en valor aquí, no tanto en la persona de Charlie Moon, que no es más que un mero espectador de lo que sucede a su alrededor sino, precisamente, en los «secundarios» que los autores van colocando en la órbita del joven e inocente y que ponen voz crítica hacia asuntos como el racismo, la violencia de género o, en términos más afables, ofrecen una cándida mirada, no exenta de amargura, hacia otros tópicos como «la primera vez» o las verdades detrás de la mitomanía.
Todo ello queda enmarcado en unas planchas que sirven a Altuna para demostrar por qué es considerado uno de los artistas argentinos de mayor relevancia en la historia del noveno arte. Y si bien todas ellas me valdrían para abundar en tal afirmación, centraré mi atención en las que conforman el último relato de esta pequeña GRAN colección, aquél en el que Trillo juega al irónico contraste, y a conducir al lector desde el discurso racista hasta el de la violencia de género, y que el dibujante resuelve con cinco viñetas panorámicas por página que parecieran en perpetuo movimiento: el sentido de la narración cinematográfico que atesoran esas tiras alargadas es de tal envergadura que no cuesta trabajo alguno imaginárselas formando parte de una escena cualquiera de, qué sé yo, la adaptación al cine de ‘Matar a un ruiseñor’, y si estamos hablando de unas ilustraciones capaces de hablar de tú a tú al clásico inconmensurable de Robert Mulligan, eso es signo inequívoco de que estamos ante algo muy grande, ¿no creéis?
Charlie Moon
- Autores: Carlos Trillo y Horacio Altuna
- Editorial: Astiberri
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 56 páginas
- Precio: 14 euros