'Cenizas', una kilometrada cargada de humor, drama y encuentros inesperados

Tres amigos llevan varios años sin verse, hasta que un suceso los incita a reunirse y a emprender un largo viaje por carretera hacia un destino que desconocen, marcado tan solo por una X en un mapa como si de una historia de piratas se tratase. Pero no son corsarios ni bucaneros lo que encontraremos en este cómic, sino a tres jóvenes normales y corrientes (Polly, Moho y Piter) que deberán aparcar sus diferencias, recuperar aquellos que los unió antaño y descubrir lo que los kilómetros de carretera les tienen reservado.

Además de su amistad, hay otras cosas que hermanan a estos tres personajes. Todos ellos padecen ese mal conocido como soledad y llevan media vida buscándose a sí mismos, dando tumbos para ello en multitud de direcciones. Así se nos cuenta en el atractivo arranque del cómic, donde con unas pocas pinceladas el autor consigue que empecemos a conocerlos.

Ya desde esas primeras páginas percibimos la mezcla de ironía y drama que impera a lo largo de la obra, aunque solo nos dan una idea superficial de todo lo que nos ofrece ‘Cenizas’ hasta su conclusión. Sin alterar el tono general de la historia, se irán introduciendo situaciones y personajes más estrambóticos, momentos de gran intensidad y un cierto halo surrealista que le da mucho encanto a la narración.

Gracias a esos continuos vuelcos que tiene la historia, a las sorpresas que aguardan en cada nueva etapa del viaje, y a lo que vamos descubriendo del presente y pasado de los protagonistas, la lectura se hace muy absorbente y nos anima en todo momento a seguir pasando páginas. De paso vamos descubriendo también los gustos e inquietudes de su autor, Álvaro Ortiz, ya sea en forma de referencias musicales, literarias o cinematográficas, como de reflexiones y observaciones puntuales.

Mención aparte merece el apartado gráfico de la obra, con sus cálidos y agradables tonos pasteles, y un estilo de dibujo que combina sencillez y expresividad a partes iguales. También llama la atención la abundancia de viñetas que encontramos en cada página, un detalle que no hace más densa la lectura, sino que, al contrario, la agiliza y le da mucha personalidad a la narración.

‘Cenizas’ es un cómic cargado de imaginación y buenas ideas, con cuyos protagonistas resulta fácil identificarse. En ciertos momentos puede costar acostumbrarse a algunos de sus giros, o al brusco cambio que supone la introducción de unos personajes tan estrambóticos como Smirnov y Smirnov, pero todo, al final, está allí por algo y no resta coherencia al conjunto. Una grata sorpresa que me deja con ganas de leer pronto algo nuevo de su autor.

FICHA TÉCNICA: Cenizas