No entró, y no lo hizo por muy poco, en la selección de lo mejor del cómic yanqui que hicimos allá por finales de 2015 —aunque sí fue mencionada como una de las que se quedó «ad portas»—. En ese tiempo, en esos casi cuatro años que nos separan de aquél instante, lo que podemos decir de ‘Black Magick’, en muy pocas palabras, es que mola mil, que el trabajo de Greg Rucka y Nicola Scott es SOBERBIO y que, con tan sólo ¡11 números! aparecidos —el último de ellos, en marzo de 2018—, se puede hablar de este thriller policíaco en clave de magia —o thriller mágico en clave policíaca, como prefiráis— bajo términos que lo enclavan como una de las cabeceras de más laxa aparición del último lustro en el mercado estadounidense.
Y si bien esta laxitud es un aspecto bastante negativo por cuanto su asociada aperiodicidad fuerza, casi de manera obligatoria, a leerse todos los números previos cada vez que uno nuevo ve la luz so pena de quedarse «a dos velas» —si, como yo, soléis leer más de cincuenta o sesenta colecciones mensuales, sabréis apreciar lo que cuesta acordarse de dónde quedó la cosa hace treinta días y no os costará imaginar si esa fecha se ve multiplicada por cinco, seis, siete o los quince meses que han transcurrido desde la aparición del undécimo número de ‘Black Magick’—; no quisiera que me malinterpretarais por cuanto, fechas de aparición al margen, ante lo que estamos es una serie fantástica que expone con concisión por qué Greg Rucka es considerado uno de los mejores guionistas de la actualidad.
La manera de situarnos en el microcosmos de un reimaginado Portsmouth —el de New Hampshire, no el del sur de Inglaterra— en el que la magia está presente en la forma de brujas que llevan cientos de vidas a sus espaldas, y la forma en la que este trasfondo mágico se mezcla con el formato de corte noir, con la protagonista —una de esas brujas— como agente de policía, consigue enganchar al lector sobremanera desde los primeros compases con aquelarre de por medio, hasta los salvajes últimos en los que Rucka deja planteado el misterio a resolver en futuras instancias.
Entre ambos extremos, todo un rosario de personajes perfectamente descritos son puestos en manos de Nicola Scott para que, casi siempre en escala de grises y con el color como excepción que, cuando aparece, sirve de llamada de atención sobre el hecho mágico, veamos como la artista nos «vuela la cabeza» con unas páginas que están hechas para ser admiradas hasta el hastío. De hecho, es de recibo pensar que, con el nivel de detalle que gastan todas y cada una de ellas, sea el trabajo de la dibujante el que está ralentizando la más periódica aparición de una serie sobresaliente, que conjuga a la perfección lo fantástico con lo terrorífico y lo «realista» y de la que, esperemos, podamos volver a hablar en breve…aunque sólo sea para decir que ha aparecido algún ejemplar más.
Black Magick 1. El despertar
- Autores: Greg Rucka, Nicola Scott
- Editorial: Norma Editorial
- Encuadernación: Rústica
- Páginas: 136 páginas
- Precio: 16,15 euros en