‘Bella Muerte Volumen 2: El Oso’, el último viaje

Casi nos habíamos olvidado de esta maravillosa serie made in Image que Astiberri trajo hace ya algún tiempo con un primer volumen cargado de buenos momentos y nominaciones a los premios Eisner. Un relato de venganza con envoltorio de western poco habitual, esa es la premisa de este ‘Bella Muerte Volumen 2: El Oso’, la historia de Ginny, hija de la mismísima Parca, y a cuyo paso no faltan los cadáveres que se amontonan a sus pies. Tal y como se ha comentado un poco más arriba, el sello Image está presente en cada una de las páginas que componen este volumen.

Nada más comenzar la lectura nos encontramos con viejos conocidos, en concreto con Mariposa y Conejito, la pareja de narradores que hacían su particular presentación al principio de cada uno de los episodios que contenía la anterior entrega. Y lo hacen con su habitual “gracejo”, aunque las noticias no sean demasiado agradables ya que nos adelantan el fallecimiento de uno de los personajes que pululan este universo. Sarah va a emprender el temido viaje sin retorno rodeada de casi todos los suyos, tan solo falta Cyrus que se encuentra en Francia, combatiendo en la Primera Guerra Mundial.

Es en este momento en el que la hija de Sarah hará todo lo posible para que el encuentro entre el hijo y la madre pueda tener lugar antes del fatal desenlace. Pueden ir preparándose para un muestrario de flashbacks y leyendas que serán el motor de esta frenética historia. Una cuenta atrás vertiginosa para que una madre pueda abandonar este mundo sin ninguna carga que la aflija en el más allá. Aunque el relato es perfectamente disfrutable sin haber leído el anterior volumen de la serie, siempre es aconsejable estar familiarizado con la forma de narrar de los autores y con algunos de los personajes.

Kelly Sue Deconnick firma un guión que está a la altura de la primera entrega y que, pese a seguir jugando un poco con la confusión, es bastante más accesible que su antecesor. Fantasía y onirismo se dan la mano en una narración que no sería igual si no fuera por los lápices de nuestra Emma Ríos, artista gallega que firma aquí algunas páginas para el recuerdo, unas composiciones que solo están al alcance de muy pocos y aquí tenemos la suerte de poder disfrutar de su arte. Desconocemos hasta donde llegarán las aventuras ideadas por DeConnick, siguiendo este esquema podemos seguir hasta que ella quiera o se canse de los personajes. Desde aquí, deseamos que, si ocurre, sea más tarde. Bastante más tarde.
[Grade — 8.00]