No caben en esta nueva entrega de ‘Un mal día’, un proyecto de DC que se ha saldado con fantásticos resultados y que nos reafirma en nuestra posición de que lo mejor que la editorial hace lo hace cuando se sale de la dichosa continuidad, reflexiones tan hondas y elaboradas como las que hicimos hace unos meses cuando nos acercamos a la primera entrega de la cabecera, aquella que escribía Tom King, dibujaba Mitch Gerards y nos dejaba completamente boquiabiertos —tanto, que no será la última vez que volvamos a hablar de ella antes de que termine este 2023…si pilláis por donde voy, claro. Y si no se da a un discurso tan elaborado como el que enhebrábamos allá por marzo es debido a que ni Joshua Williamson es King — más allá de la obviedad, pardiez—, ni Howard Porter es Gerads. Y en esa diferencia que se plantea entre guionistas y dibujantes, en ese cierto abismo que incluso cabría abrir entre ellos dependiendo de a qué atendiéramos, está el que, aún resultando una lectura espléndida, ‘Batman. Un mal día: Bane‘ no llegue a la inmensa altura a la que rayaba el relato sobre el Acertijo…aunque ahora que lo pensamos bien, es que tampoco el bestiajo musculoso que partió al murciélago por la mitad llega a ser tan caleidoscópico como Edward Nigma…¿o sí? Ummm, como dirían los angloparlantes «food for thought».
Sea como fuere, las 64 páginas de que consta este relato sobre el hipertrofiado villano que se las hizo pasar canutas al caballero oscuro allá por mediados de los noventa —en la viñeta, claro, que si nos referimos al cine habría que mirar tan sólo un poco más de diez años atrás— encuentran a un Bane en sus años crepusculares y sirven como historia de redención del personaje en lo que, al descubrir que alguien está manufacturando otra vez la letal sustancia que lo convirtió en lo que fue, decide encontrar a los responsables para acabar de una vez por todas con el «veneno» y desterrar así muchos fantasmas de un pasado que no para de atormentarle. Como viraje del personaje, lo que Williamson construye funciona a las mil maravillas teniendo en cuenta que el trazado que se hace desde el Bane que conocemos a éste que termina redefiniendo su relación con Batman hay todo un mundo resumido en un puñado de páginas que hacen de la concisión norma a seguir: no se invierte aquí tiempo ni esfuerzos en marear la perdiz, y desde la primera viñeta, todo va empujando el avance del relato a ir al grano y a que nada sobre en el conjunto. En esa misma línea se mueve un Porter que nunca cesará en sorprendernos cuando lo compramos con su yo de la ‘JLA‘ de Grant Morrison, y aunque el dibujante de ahora tienda a un puntual oscurantismo narrativo, lo espectacular y singular de su trazo compensa, quizá no de sobra, pero compensa, cualquier puntillosa disquisición y logra, junto al guión, dejarnos un espléndido sabor de boca. Inmejorable, no, pero sí espléndido.
Batman. Un mal día: Bane
- Autores:Joshua Williamson y Howard Porter
- Editorial: ECC Ediciones
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 64 páginas
- Precio: 9 euros
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