‘Astro City: Puertas abiertas’, una nueva andadura para el clásico de Busiek

‘Astro City’, consecuencia directa del ‘Marvels’ de los mismos autores, fue uno de los títulos que, a mediados de los 90, contribuyó a devolver la frescura a un género que parecía estancado en el énfasis en lo visual, en las splash pages y en los guiones insípidos. Kurt Busiek, su responsable a nivel literario, apostó fuerte por volver a una recepción primigenia de los superhéroes, por retratar el asombro que supondría ver esas figuras casi divinas caminar entre hombres. Y de esta manera creó ‘Astro City’, un nuevo escenario donde empezar de cero creando una nueva mitología a partir (y eso es importante) de arquetipos ya existentes. Porque esto hay que admitirlo: Busiek puede ser original con sus tramas o planteamientos, pero no con sus personajes.

La serie se dilató desde 1995 hasta 2010, a lo largo de una serie regular y distintos números especiales. Tras el cierre de la cabecera en 2010, ‘Astro City’ resucita en 2013 con una nueva serie regular, ahora englobada dentro la fórmula Vertigo de DC, algo que en sus principios habría sido impensable, pero que se ha abierto a temáticas diferentes del terror desde su nacimiento. Y lo hace con este primer tomo, ‘Puertas abiertas’, publicado en España por ECC, donde podemos tantear la nueva época de la serie de Busiek y Anderson.

‘Puertas abiertas’ sigue profundizando en el universo que ambos han ido sólidamente construyendo para su ciudad, usando personajes ya conocidos (Samaritano, Agente de Plata), pero sobre todo trayendo a algunos nuevos. Así, conoceremos a nuevos héroes como Chibi Americana o Dama Progreso, pero, sobre todo, a personajes sin poderes rodeados de maravillas.

Busiek, como habitualmente hace, ha planificado de forma milimétrica un argumento global, del que en este primer tomo sólo podemos entrever algunas pinceladas (la historia de el Perturbado y la amenaza de Oubor), mientras que, entre tanto, prefiere enfocar sus historias en esos personajes «normales».

En el prólogo al último tomo de la serie publicado por Norma, Mark Waid decía que Kurt Busiek había elevado las historias de superhéroes de género a medio. Después de leer de forma intensiva los ocho volúmenes anteriores de la serie y ahora esta nueva edición, puedo entender por qué lo dice. Y es que Busiek, en realidad, no cuenta historias de supertipos enpijamados, sino que habla de nosotros mismos: los superhéroes son, como habían sido antiguamente los dioses y los héroes de los mitos, meras excusas para poner sobre la mesa los más variados conflictos humanos. Temas como los remordimientos por no haber podido ayudar más en caso de una tragedia, o la sensación de sentirse marginado por ser diferente son algunos de los temas que aparecen en este nuevo tomo, mientras lentamente se desarrolla una trama mayor que implica una Puerta, un Embajador de otros mundos al estilo de Kirby, y una trastornada versión de Morfeo llamada Perturbado.

‘Puertas abiertas’ sigue la tónica general que ha marcado siempre Busiek en su obra; son historias, por lo general de notable, que no ponen el énfasis en los mamporros de gente disfrazada, sino en los personajes y sus problemáticas. Lo único que no me termina de convencer es la lentitud a la hora de plantear una trama mayor: cuando terminamos el tomo, apenas sabemos nada de lo que ocurrirá. Quizá una lectura intensiva, con el resto de números siguientes, puede amortiguar esa sensación. Pero por lo general, los que conozcáis el trabajo de Busiek, ya sabéis qué vais a encontrar.

En el apartado gráfico, también lo de siempre: el excelente trabajo hiperrealista de Alex Ross a las portadas, y del experimentado Brent Anderson a los lápices. Destacar también los fantásticos colores de Alex Sinclair.

Por cierto: el tomo puede ser leído por los que nunca se han acercado antes a las historias de ‘Astro City’, aunque evidentemente los que ya han visitado la ciudad conocerán el trasfondo y las referencias que se mencionan.

Un nuevo comienzo para Astro City: veremos a dónde nos lleva.