La colección de ‘Animal Man’ que se publicó entre finales de los 80 y principios de los 90 se convirtió en un hito para el cómic americano en general, y para la carrera de Grant Morrison en particular. El guionista escocés aún no había cumplido los 30 cuando recibió el encargo de rescatar del olvido al personaje de Animal Man, que fue creado en 1965 por Dave Wood y Carmine Infantino. Pese a que sus poderes no estaban nada mal —adquirir temporalmente las habilidades de cualquier animal que tuviera cerca—, lo cierto es que nunca logró superar el estatus de medianía superheroica, hasta que Morrison le puso sus zarpas encima y convirtió sus peripecias en las más originales, arriesgadas y rompedoras de su época. Con permiso de Alan Moore, claro.
La serie regresa ahora a nuestras estanterías de la mano de ECC, que la recoge en un total de tres volúmenes en cartoné. El primero de ellos recopila las nueve primeras entregas de la colección y arranca con la miniserie de cuatro números que en principio iba a ser todo el trabajo que haría Morrison con el personaje. El éxito que tuvo propició que siguiera al frente de la cabecera durante veintipico números más. En esa miniserie, Animal Man decide dedicarse en serio a lo de ser superhéroe y se entrena para sacarle el máximo partido a sus poderes. Ataviado con su nuevo uniforme, se verá envuelto en una trama que combina investigaciones secretas con animales, aberraciones de la naturaleza, virus mortales y un villano, Bwana Bestia, que en el fondo no resulta ser tan malo, sino que intenta hacer justicia a su manera. Eso sí, a hortera no le gana nadie.
En esos cuatro primeros números ya se percibe la arrolladora personalidad de Morrison, así como uno de los temas recurrentes de la colección: la conciencia ecológica. Y aunque no está nada mal, es a partir del número cinco cuando la serie da un giro radical en su planteamiento, para pasar a basarse principalmente en historias autoconclusivas de 24 páginas donde la única norma es la ausencia de normas. La historia de ese número, “El evangelio del coyote”, es un hilarante episodio que parece un cruce entre una reflexión teológica y los dibujos del Correcaminos, y que aglutina por sí solo muchos de los recursos narrativos que Morrison utilizará a partir de ese momento. El presente tomo se completa con otras cuatro historias, incluyendo la fallida “Aves de presa”, con una invasión promovida por los paisanos de Hawkman, que tiene un final apresurado y tontorrón. Después remonta con los juegos cromáticos de “La muerte de la Máscara Roja”, escrita con ingenio y mala leche; con las alocadas perspectivas de “Movimientos reflejos”, con la presencia del Amo de los Espejos; y culmina con “Mejoras del hogar”, con cameo del Detective Marciano incluido.
‘Animal Man’ es una colección de lectura obligada que nos muestra a un Morrison en estado de gracia, cuyos hilarantes guiones siguen sorprendiendo más de veinte años después de su publicación original. Por desgracia, el dibujo de Chaz Truog no ha envejecido tan bien, aunque sus composiciones de página se mantienen bastante frescas y dinámicas. Esta es una de esas obras que consiguen aquello a lo que todas aspiran y pocas logran: sorprender con cada vuelta de página e invitarnos a esperar lo inesperado en cada nuevo número.
Animal Man de Grant Morrison Libro 01: El zoo humano
- Autores: Grant Morrison, Chaz Truog y Tom Grummett
- Editorial: ECC Ediciones
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 240
- Precio: 23 euros