Esta serie de reseñas dedicadas a la nueva edición de 100 Balas publicada por ECC está resultando una tarea de lo más gratificante ya que la obra de Brian Azzarello y Eduardo Risso es uno de esos trabajos que aportan más matices a medida que vamos revisitándolo de cuando en cuando. La editorial no ha faltado a su cita bimestral desde que decidiera poner otra vez en circulación la monumental (en todos los sentidos) obra y casi sin daros cuentas vamos rozando el ecuador de la colección. Un punto en el que ya hay bastantes piezas desplegadas sobre el tablero y, aunque suene algo manido, lo mejor está aún por llegar.
La estructura de la serie siempre ha sido la misma desde la primera entrega, una serie de relatos cortos en los que podremos ver cómo alguien tiene la posibilidad de vengarse de aquel que se la haya jugado, de la manera que sea. Aparentemente los implicados en estas historias no tienen relación alguna unos con otros, pero claro, no todo es lo que parece en este sórdido y oscuro universo. Lo que no se puede negar de ninguna manera es la pasión que los autores profesan hacía un genero como es el noir, algo que en el caso del guionista, ha estado presente en la mayoría de su obra.
Este cuarto volumen sigue la misma dinámica que los anteriores, una serie de historias con nuevos personajes y algún que otro conocido, todos ellos envueltos en situaciones que son muy propicias de ser solucionadas a tiro limpio. “Accidentalmente a propósito” nos trae de vuelta a la primera portadora del maletín, Dizzi, “Cole Burns Mano Lenta” centrará su atención en un atraco de los de antes, a lo grande, en “La audición de la ambición” y “Noche de paga” se darán cita familias mafiosas y numerosas traiciones.
Pero si hay una que sobresale sobre el resto es la titulada “El falso detective”, un relato en la que el investigador Milo Garret tendrá que resolver un crimen en el que no faltarán elementos habituales del género negro como son mujeres fatales, tipos duros y muchos misterios que resolver en un ambiente desagradable y opresivo que tan bien refleja las páginas de la serie. Máximo culpable de esta estética tan característica es el dibujante Eduardo Riso que empezó apabullando con su estilo cargado de sombras y que poco a poco ha ido refinándose hasta lograr alcanzar un nivel de calidad y detalle bastante elevado. Nadie se relaja en 100 Balas o ya sabe lo que le espera.
[Grade — 9.00]
100 Balas vol.4
- Autores: Brian Azzarello y Eduardo Risso
- Editorial: ECC
- Encuadernación: Rústica
- Páginas: 240
- Precio: 19,95 euros