La verdad es que no tenía pensado jugar a The Order: 1886; al menos no en su lanzamiento. Las noticias e imágenes sobre él mostraban un mundo oscuro y poco amigable que no me seducía demasiado, pero finalmente he caído por sus gráficos, dignos de la generación de consolas actual.
Ya era hora de que saliera un juego que demostrara todo el potencial que tienen las nuevas consolas, en este caso la Playstation 4. Muchas compañías siguen apostando aún por hacer el lanzamiento de sus juegos tanto en la generación actual como la anterior, lo que claramente lastra las posibilidades de lucirse en la versión next-gen. Este no ha sido el caso de The Order, que se ve de lujo, y supone un espectáculo visual desde el primer momento que lo pruebas. Pero ¿son estos gráficos excusa suficiente para comprarse el juego?
Sucesores de Arturo
Al ponernos al mando nos metemos en la piel de… ¿Gallahad? ¿Gray? Perdonadme, le llaman de tantos modos en el juego que me pierdo… Sí, el tipo de patillas a lo Curro Romero y cara de matón que le baila la telita de las hombreras cuando se mueve. ¡Qué bien hecha está la ropa en el juego!.
Pues resulta que el tipo es miembro de una orden que desciende del mismísimo Rey Arturo y sus caballeros de la Mesa Redonda, pero en The Order: 1886 su cometido es algo diferente: luchar contra los licanos (hombres lobo). En medio de esta trama típica de fantasía se mezclan otros enemigos como rebeldes, Jack el Destripador, y varios más de los que no quiero hacer spoiler (pero por otra parte taaan evidentes en una trama como esta que dejaré que lo adivinéis solitos).
El argumento, que guarda muchas similitudes con cualquier película de Hollywood del género, está repleto de clichés y momentos muy previsible. Es ya decisión de cada uno criticar al juego por ello, o como es mi caso, echarme unas risas por la predictibilidad de los acontecimientos. Como aquellos momentos en los que, por determinadas circunstancias, te quedas solo y separado de tus compañeros, y que es cuando viene el malo más fuerte, y te toca enfrentarte solo a él. ¿No me digas? No me lo esperaba para nada…
¿Se ha acabado ya? ¿Tan rápido?
Me compré el juego el viernes por la tarde, y el sábado por la noche, sin haberme pegado tampoco una paliza jugando, ya me lo había pasado. Me sorprendió su escasa duración, ya que suelo necesitar mucho más tiempo incluso para juegos más fáciles.
Esto abrirá el debate de nuevo sobre si es justo que cobren por este juego igual que otro que te dura 10 veces más… Yo desde luego no recomendaría a nadie pagar 70 euros por esto, pero sabéis que existen alternativas para comprar juegos más baratos, ejem, ejem…
La sensación que te da The Order mientras vas completando sus capítulos es que estás frente a un pasillo con pocas opciones de exploración. Cuando el juego te dice: “Busca a Fulanita” no te suele poner dónde está Fulanita, pero no te va a hacer falta: estará en la única habitación en la que podrás entrar. También pasa cuando caminas por las calles de Londres; todo el camino está sutilmente marcado por diferentes elementos – vallas, puertas, carros – que te hacen ver que por ahí NO es por dónde tienes que ir.
En los pocos momentos donde te dan un poquito más de margen para explorar, lo que descubres tampoco es que merezca la pena: los coleccionables se reducen a periódicos, fotos o notas personales, y archivos de audio, con escasa o nula relevancia a la trama principal. Tampoco me esforcé demasiado en recogerlo todo, una vez que vi que no ayudaba a comprender los acontecimientos de la historia.
Los enemigos se mueven con bastante inteligencia, los muy capullines se mueven como culebrillas por el escenario, y aguantan hasta DOS tiros en la cabeza :O. Y como uno de tus compis te avise de que hay un escopetero, mejor encomiéndate a todos los santos: esos no le temen a nada, cruzan todo el escenario para calzarte un tiro entre ceja y ceja si hace falta. Y si encima tienen casco, no vas a poder hacerle un ataque cuerpo a cuerpo, así que apañado estás. Si me hubieráis visto a mí, corriendo en círculos por el salón de un dirigible, escondiéndome de uno… si es que yo no sé por qué no soy youtuber, os ibais a reir de mí a gusto…
En cuanto a los enemigos no humanos, los hombres lobo, esperaba verlos mucho más en el juego, pero sus apariciones se pueden contar con los dedos de una mano. La parte positiva es que cuando aparecen, consiguen que te cagues patas abajo: estos hombres lobo son realmente aterradores, se mueven muy deprisa, y suelen atacarte en espacios con muchos escondrijos, en los que te limitas a correr como pollo sin cabeza, mirando a todos lados, y esperando que no te ataque por la espalda.
Los más puristas dirán que el sistema de combate es bastante simple y poco inspirado, ya que los tiroteos ofrecen pocas novedades más allá salvo dos o tres armas con funcionalidades originales -, y los ataques cuerpo a cuerpo se despachan mediante los tan odiados QTEs. Pero la verdad es que cumple con su propósito de hacerte partícipe del juego, sin tampoco pedirte que hagas un master sobre qué arma te conviene más, y qué mejoras hay para ella – algo que muchos juegos hacen, y que tienes que ser muy rolero para apreciarlo.
Una película entretenida
Concluyo mi análisis diciendo que si lo que has venido a buscar en The Order: 1886 es una nueva experiencia de juego, no la vas a encontrar. Podrás disfrutar de una experiencia gráfica nunca vista antes, de un argumento algo manido pero entretenido para la gran mayoría del público, y de unas mecánicas de juego poco originales pero bien ejecutadas. La mayor pega que le pongo, como ya he comentado, es su escasa duración. Si tienes la oportunidad, alquílalo y disfrútalo a tope durante un par de días, que es todo lo que lo vas a poder estirar.
¿Has jugado a The Order tú también? ¡Anímate y escribe qué te ha parecido en los comentarios!
Un sackboy en The Order! #PS4share pic.twitter.com/luHHDlvG7Y
— Crisims (@Crisims) febrero 21, 2015