El preestreno de ‘Spiderman: Turn off the dark’ ha provocado sentimientos enfrentados entre los asistentes. Este mega-musical, con partitura de Bono y The Edge, y cuyo presupuesto se ha inflado hasta los 65 millones de dólares, ha levantado tantas expectativas como abultados son sus costes.
La complejidad técnica del espectáculo ha provocado grandes retrasos, aumentando la incertidumbre sobre el proyecto. Estos son los principales motivos que la han llevado a duplicar en presupuesto al que era el musical más caro hasta la fecha, ‘Shrek’. De hecho, los productores avisaron que durante el preestreno podrían producirse algunas pausas por motivos técnicos, puesto que había mecanismos que aún no funcionaban todo lo fino que deberían.
No se imaginaban hasta qué punto esa preocupación era certera. De hecho, el espectáculo comenzó con un retraso de casi media hora, en parte por lo que tardaron en sentarse los 1900 asistentes a la obra. ‘Spiderman’ comienza presentándonos al Peter Parker pre-picadura arácnida, así que como es lógico, durante esta introducción apenas hay efectos especiales que justifiquen el presupuesto. Unos 30 minutos de musical “normal”, sin casi efectos.
Tras eso, por fin la gente pudo disfrutar de efectos increíbles. Pero tras una hora y media de musical, Peter dió un salto imposible en su habitación… primera gran escena aérea, y primer parón de los cuatro que tendría sólo el Acto I.