La vertiente humorística y campechana de este relanzamiento de DC viene encarnada por esta primera entrega de la JLI. Las Naciones Unidas se han dado cuenta (tarde, como siempre) de que los métodos tradicionales no sirven para afrontar las amenazas que asolan al mundo en la actualidad. Por ello, deciden crear un grupo a su medida compuesto por héroes de diferentes nacionalidades a los que puedan controlar mejor que a los miembros de la Liga de la Justicia original.
Así, se sacan de la manga un combo en el que han contado con Rocket Red (Rusia), Ice (Noruega), Godiva (Inglaterra) y Vixen (África), entre otros, como el superhéroe que posiblemente tiene el nombre más ridículo del mundillo pijamero: August General in Iron, sacado de los Great Ten, un grupo de héroes basados en la mitología china creado por Grant Morrison, J.G. Jones y Joe Bennett a mediados de esta década. Todo ello con Booster Gold a la cabeza. Ah, y Batman, que nadie sabe muy bien qué hace aquí, más allá de ser un mero cebo para trincar algún que otro lector extra.