Dolmen ha recuperado para los aficionados españoles una obra necesaria incluso para quienes ya hayan visto la película que, con el mismo nombre, dirigió en 1991 Isao Takahata. Only Yesterday (mucho mejor el título original: Omohide PoroPoro, algo así como «los recuerdos caen como gosta de lluvia»), de Hotaru Okamoto y Yuko Tone, es un manga necesario que sabe atrapar la magia de la infancia y mostrar la secuencias que, sin saberlo, marcan toda una vida.
Obra fragmentada, de narración elíptica y de escenas que no concluyen, no al menos en el sentido cinematográfico, Only Yesterday es como los buenos cómics de Tomine, aunque desde una perspectiva más dulce: una sucesión de momentos vitales que pueden parecer o no importantes pero que sin duda lo son para los personajes que en ellos habitan.
Only Yesterday narra la vida de una niña de once años, Taeko Okajima, a través de distintos pasajes y personajes. Pretende ser un resumen de experiencias que marcaron a la pequeña y conformaron su identidad futura, adulta. Eso, que en manos de otros daría pie a resbalones por lo cursi, en las de Okamoto y Tone crea una obra poderosa, muy contenida, donde la nostalgia siempre está presente pero nunca ahoga la lectura.
Empeñados en hacer del detalle lo fundamental, en evitar sucesos grandilocuentes, la vida de Taeko se reduce a lo que la de cualquier niño de su edad en casi todos los países del mundo: ir a la escuela, jugar con sus amigos, no entender por qué los mayores hacen determinadas cosas, pelearse con las asignaturas que no se entienden, aburrirse cuando no hay nadie con quien pasar el rato, tener miedo, aguantar la vergüenza e ir descubriendo las miserias y alegrías de la vida.
Only Yesterday no necesita una narración lineal, ni puntos de giro ni cliffhangers ni nada por el estilo. Tampoco busca una historia con antagonistas claros, héroes arquetípicos y sucesos épicos. Ni siquiera quiere regodearse en eso de «la vida, qué mala es» que cantarían 091. Para Taeko, los días dejan por igual motivos para reír y para llorar, pero Only Yesterday no es manga encantado de regodearse en la miseria.
Al contrario: ésta es una lectura muy disfrutable, capaz de algo tan díficil como hacer viva la magia maravillosa de la infancia. Como Alvaro Pombo en Aparición del eterno femenino contada por Su Majestad el Rey. O Tornatore en Cinema Paradiso. O como Ray Bradbury en El vino del estío, de la que ya hemos hablado en Zona Fandom. Muy recomendable.