Hiroki Endo nació en la prefectura de Akita en 1970. Desde los 24 años empezó a dedicarse profesionalmente al manga, y durante estos 15 años ha publicado un puñado de historias que son auténticas joyas del cómic. Por desgracia, sus obras aún no han llegado a nuestro país, a pesar de que en Japón y EE.UU. gozan de un gran éxito. Ya va siendo hora de que cambie la cosa.
Aunque Endo tiene unos cuantos one-shots de grandísima calidad, prefiero dejarlos para otros post y empezar con su obra más importante hasta la fecha: Eden. Se trata de un manga que toma como punto de partida el género de la ciencia-ficción postapocalíptica para contarnos la historia de Elijah, un joven que emprende su camino hacia la madurez en medio de un mundo devastado.
A medida que avanzan las páginas, Endo reflexiona sobre la naturaleza humana, sobre sus acciones y sobre ese mundo que terminó con una misteriosa plaga que acabó con buena parte de la población mundial. Eso sí, el manga también está cargadito de acción y misterio. Según nos adentramos en los tomos, el uso magistral de los flaskbacks por parte del autor nos aporta nuevos datos sobre lo ocurrido antes de la plaga y sobre el pasado familiar del protagonista, que traerá no pocas sorpresas al desarrollo de la trama.
El reparto de personajes está encabezado por el citado Elijah. El joven sobrevive entre los restos de una ciudad despoblada con la única compañía de Cherubim, un robot que le protege y comparte sus esporádicas conversaciones. Su vida da un giro cuando se ve aborbado por unos guerrilleros que luchan contra Propater, una misteriosa organización que trata de tomar el control del planeta tras la devastación de la plaga.
El virus propagado, por cierto, actúa de forma totalmente contraria al SIDA. Mientras que este desactiva por completo los mecanismos de defensa del cuerpo humano, la plaga desatada en Eden multiplica estas defensas hasta convertir los cuerpos de los infectados en cascarones quebradizos que empiezan a resquebrajarse en algunas de las escenas más impactantes de la serie.
También presenciamos la evolución de Ennoia y Hannah, los padres de Elijah, cuya misteriosa trayectoria supone uno de los alicientes de la obra. En el prólogo del manga, todavía son un par de muchachos que viven en Eden, una isla creada por varios supervivientes de la que tienen que huir tras un repentino ataque.
Además del elaborado guión, plagado de las interesantes reflexiones que son el punto en común de toda la obra de Endo, el dibujo es otro punto fuerte en el manga. El autor demuestra tener buena mano tanto para la caracterización de los personajes, como para las escenas de acción y los artefactos futuristas. Por otra parte, al contrario de lo que suele pasar en Japón, Endo trabaja solo, sin asistentes, lo cual hace que sus mangas tengan un toque aún más personal.
Así pues, se trata de un manga sobresaliente en todos los aspectos que alguien debería publicar íntegramente de una vez en nuestro país. Planeta inició su publicación allá por el 2000, pero la cosa pronto se quedó en agua de borrajas y ya resulta difícil localizar aquellos ejemplares.
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