Recuerdo cuando al comenzar a ver ‘Wolf children‘, cinta de animación del maestro Mamoru Hosoda, la mención de que una de las protagonistas se enamoraba de un hombre lobo me hizo quedarme pensando «No, otro Crepúsculo no por favor». Por suerte estaba más que equivocada y la película es una pequeña joya. El comienzo de ‘Coyote‘, de Ranmaru Zariya, también podría provocar la misma sensación…de no ser porque desde el comienzo deja muy claro que además del factor romántico estamos ante un manga sexualmente explícito que además entra muy pronto en harina…lejos de esos edulcorados adolescentes con ganas de pasar antes por la vicaría más pronto que tarde.
Las primeras páginas de ‘Coyote’ podrían constituir en sí mismas una historia breve de corte erótico sin más con un potente punto bizarro. Chico conoce chico, chico sabe que el otro chico es un hombre lobo, chico descubre que el chico lobo está en celo (si, esto en materia licantrópica resulta bastante fresco en más de un sentido) y con la excusa de ayudarle le lleva con una amiga de confianza que es una meretriz hermafrodita (palabra que no me invento). Por supuesto antes de que nos queramos dar cuenta ambos acaban en el apartamento del humano, pianista de profesión, jugando a tocarse las teclas, al menos hasta que el periodo de celo concluye y el hombre lobo sencillamente desaparece, dejando a su amante sin ni siquiera saber su verdadero nombre…y esta es una de las maneras más sencillas que se me ocurre de contar lo que es algo menos de la mitad del primer tomo.
No entraré en cuestiones éticas (queda esa ligera sensación de que uno de los personajes se está aprovechando del otro) de esta tórrida presentación pero por supuesto esta trama va más allá. Tras una buena ración de escenas X, Coyote, nombre del hombre lobo protagonista, nos lleva a otro terreno que quizás nos resulte más familiar. En el universo de sus páginas los hombres lobos son unos proscritos, sospechosos de una serie de sangrientos asesinatos, y entre los numerosos humanos que buscan venganza destaca el clan de los Galland…al que como ya adivina el lector experimentado pertenece Marlene, que no es otro que el pianista enamorado que hemos conocido al comienzo de la historia. Sí, en el fondo nos encontramos ante un manga de amor prohibido en el que el que consideraríamos monstruo no es la amenaza, sino aquellos que rodean a la pareja protagonista.
Uno de esos tópicos que sigue funcionando, y que en este caso gana puntos extra gracias al carisma de unos personajes con tintes antagónicos (no sólo por ser de dos especies diferentes o su mismo físico, Coyote de pelo corto y moreno y Marlene largo y rubio, sino por el carácter más introvertido del primero y más pícaro del segundo; algo que hemos visto en otros mangas de corte Yaoi sobrenatural recientes como ‘Sanctuary‘ o ‘The night of the tricornered window‘), los toques de humor (como esa historieta bonus en la que intentan buscar la solución a los múltiples arañazos que recibe Marlene en sus encuentros amorosos) y un punto de partida de esos que, en el fondo, siempre suscitan la curiosidad respecto a si este romance acabará felizmente o marcándose un Romeo y Julieta en toda regla.
‘Coyote’, con cuatro tomos publicados en Japón de los cinco que compondrán la obra, es un manga que brilla por su cuidado apartado visual tanto en las escenas más cotidianas como en las más sexuales o las persecuciones, con un buen diseño de personajes y unas contadas páginas a color en las que da el do de pecho. Oscura historia de amor y sexo con pinceladas de violencia este cómic parece destinado a plantear tantas dudas como respuestas respecto a un pasado que marca profundamente a sus protagonistas y un futuro que se adivina incierto, pero consiguiendo aportar historia sin quedarse a vivir de las rentas de un erotismo que en su arranque se nos puede antojar hasta excesivamente gratuito. Venga por el morbo, quédese por la historia.
Coyote v.1
- Autores: Ranmaru Zariya
- Editorial: Panini
- Encuadernación: Rústica con sobrecubiertas
- Páginas: 176 páginas
- Precio: 8,95 euros