Fue el noveno proyecto de Kickstarter en el que me metí, allá por marzo de 2015. Su temática de robos me llamó muchísimo la atención, como también lo hicieron su diseño, sus ilustraciones y, sobre todo, el hecho de que ‘Burgle Bros’ fuera cooperativo, un modo de juego que me gusta muchísimo más que el competitivo. Recibido cuando el año tocaba a su fin, las muy buenas sensaciones que el título de Tim Fowers me había dejado durante su campaña y a lo largo de todo el proceso de producción con todo aquello que el autor fue compartiendo acerca de su creación, se traducían en un título animado, muy divertido y tremendamente entretenido que nos ponía en la piel de ladrones que deben ejecutar un golpe impecable en un edificio fuertemente vigilado.
Muy rejugable gracias a una considerable variedad de componentes, ‘Burgle Bros’ no era sino la confirmación de que en Tim Fowers encontrábamos una personalidad cuyas propuestas, contenidas en pequeñas cajas abarrotadas de contadores, cartas, dados, meeples y demás, se alejaban de lo común. Era algo que, mientras esperábamos a recibir el juego de «cacos» habíamos comprobado jugando al ‘Paperback’, una iteración sobre los juegos de construcción de palabras que añadía una espléndida componente de deck-building a la ecuación y que aún seguimos esperando poder ver en castellano —se puede intentar a formar palabras españolas con las cartas que trae, pero algunas de ellas, que combinan letras, son exclusivas de la lengua de Shakespeare—; y es algo sobre lo que ahora, con este ‘Now Boarding’ sobre la mesa, su quinto proyecto de micromecenazgo, ya no cabe duda alguna.
Señoras y señores pasajeros…
Encargándose Ryan Goldsberry de nuevo del diseño gráfico y las ilustraciones del juego, y aportando por tanto al mismo esa componente retro que tan bien sentaba a ‘Burgle Bros’ —y que podíamos encontrar hace poco en otro proyecto adornado con el trabajo del artista, ‘Getaway Driver’— ‘Now Boarding’ es, igual que el citado título de ladrones, un juego cooperativo en el que nos metemos de lleno en el caos del tráfico aéreo estadounidense con un único objetivo: llevar a sus respectivos destinos a la mayor cantidad de pasajeros posible.
Para ello, cada uno de los jugadores cuenta con un avión que puede ir mejorando con más motores —para moverse un mayor número de casillas en el tablero—, más asientos —para, obviamente, llevar a más pasajeros— o rutas adicionales a aquella que tenemos de inicio y que limita nuestro movimiento por el espacio aéreo dado que no todos los aviones pueden utilizar todas las conexiones directas entre los diversos aeropuertos. Añadiendo a la dificultad que esto entraña el que el tiempo meteorológico va cambiando —unas veces podemos tener viento de cola, otras en contra— es misión conjunta de los sentados a la mesa el plantear las cosas de tal manera que no se acumulen los pasajeros que esperan a ser atendidos so pena de encontrarnos con las tres reclamaciones que supondrían perder la partida.
Y, por si todo esto no fuera suficiente para quebrarnos la cabeza, ¿qué tal si añadimos que, una vez planificadas las acciones, están tienen que llevarse a cabo en tiempo real en menos de 15 o 30 segundos? —uno u otro tiempo depende del número de jugadores—. No hace falta que respondáis vosotros, ya os lo digo yo: el resultado es un juego adrenalínico en el que siempre parece que no vas a poder conseguir los objetivos que habréis ido fijando a corto o medio plazo y en el que, de manera inevitable, se irán acumulando los temidos cubitos rojos de «enfado» que derivan, si no se controlan, en las citadas reclamaciones.
Intenso y nada fácil
‘Now Boarding’ es uno de esos juegos en los que uno se lo pasa tan bien, disfruta tanto planificando, tratando de optimizar lo que se va a hacer en el escaso tiempo que concede el reloj de arena de turno, y viendo cómo algunas cosas no tienen por qué salir de la manera en la que uno las había previsto, que se le perdona el hecho de que ganar sea toda una hazaña: en las dos o tres partidas que he llegado a jugar, con diferentes compañeros de mesa, todavía no hemos conseguido batir a un juego que se muestra inmisericorde y cuyo despiadado ritmo, conforme se acerca el final, impide llevar a todos los pasajeros sin dejar desatendido a ninguno.
Pero, como digo, la efímera sensación placentera de haber ganado no se puede comparar a lo muy satisfactorio que es retarse a uno mismo a ser lo más eficiente posible, a mejorar el avión con lo que éste necesita en cada instante anticipándonos a necesidades futuras y a coordinar esfuerzos con los demás jugadores en una propuesta cooperativa que aún gana más enteros por lo mucho que se aleja de la muy alargada sombra que el ‘Pandemic’ y sus muchas variantes han ejercido en el mundillo en los últimos años en lo que a este tipo de juegos respecta.
Recomendable pues sin ningún tipo de resquicio para la duda, y completamente independiente del idioma salvo por las instrucciones, el contar con el añadido de ese diseño retro tan agradable y el que el precio no sea nada del otro jueves —el Kickstarter fue de $32 más gastos de envío, en la página oficial de Fowers Games lo tenéis por $43 + $11 de gastos— para lo mucho que ofrece, tanto en términos de diversión como de rejugabilidad, hace de ‘Now Boarding’ una de las sorpresas más agradables que nos hemos llevado en este 2018.