Faroleo y deducción, esos son los dos pilares básicos de los juegos de roles ocultos, una mecánica tremendamente popular que propicia la interacción social y que con frecuencia tan solo necesita de unas pocas reglas sencillas para desplazar todo el peso de la partida hacia la discusión. Los jugadores tienen roles asignados que los dividen en dos bandos pero como cada uno tan solo conoce un fragmento de información, su propio papel, es fundamental tratar de leer las acciones y argumentos de los demás para sacar conclusiones y actuar en consecuencia. A veces hay más bandos, a veces los roles cambian de una ronda a otra, pero en resumen, la gracia siempre está en deducir quienes son los demás.

Con estas características en mente no es difícil imaginar que ya existiesen juegos similares durante la Edad Antigua, pero avanzando hasta un tiempo más cercano encontramos precisamente en España uno de los primeros ejemplos de los que tenemos constancia: Policía y ladrón, un juego de mímica que utiliza los naipes de la baraja española para asignar una serie de roles: el policía (rey de espadas) que debe observar a los demás para capturar al ladrón, el ladrón (as de bastos/oros) que va matando a los ciudadanos guiándoles un ojo y puede hacer cómplices sacándoles la lengua, la reina de ladrones (sota de oros/copas) que puede resucitarlos con lanzándoles un beso…

Pero si hay un juego que ha marcado el camino a todos los que tenemos en la actualidad ese es sin duda Mafia, creado en 1986 por Dmitry Davidoff en el Departamento de Psicología de la Universidad Estatal de Moscú como un ejercicio de investigación y enseñanza que enfrenta a «una minoría informada y una mayoría desinformada». Los mafiosos se conocen entre ellos y eligen en secreto a un inocente al que matan por la noche. Llega el día y los ciudadanos, que solo conocen el numero de mafiosos ocultos entre ellos, deben debatir la identidad de los mafiosos y votar para eliminar a un sospechoso. Así, la partida se desarrolla alternando estas fases de día y noche hasta que los ciudadanos logran eliminar a todos los mafiosos o estos pasan a superar en número a los inocentes.

El juego gana popularidad en las universidades y colegios de la Unión Soviética, y durante los años 90 se expande a Europa y Estados Unidos hasta que en 1997, Andrew Plotkin, tiene la feliz idea cambiarle el tema por otro con más garra y mejor enlazado con el concepto del día y la noche del juego original. Así nacía Are you a Werewolf?, y de él surgirían infinidad de versiones diferenciadas principalmente por el número de personajes especiales y sus habilidades hasta llegar a 2001 y Les Loups-Garous de Thiercelieux (Los Hombres Lobo de Castronegro) con un amplísimo elenco integrado por el ladrón, Cupido, la niña, la bruja, la vidente, el cazador y el alguacil además de los habituales hombres lobo y aldeanos sin habilidades.

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