Durante la reciente Gen Con 2013 IELLO presentó King of Tokyo: Halloween, una nueva expansión para el popular juego de dados de Richard Garfield editado en nuestro país por Homolúdicus, quienes ahora confirman su lanzamiento también por estos lares. La compañía acaba de reeditar el juego básico, agotado tiempo atrás gracias a su espectacular éxito, y también ha puesto ya a la venta la que hasta ahora era su única expansión: Power Up!.
Volviendo a Halloween, aún no tenemos fecha para su lanzamiento en España pero la edición en inglés llegará a las tiendas el próximo mes de octubre justo a tiempo para Spiel 2013 en Essen. La expansión viene subtitulada como «Collector Pack 1» y parece que abre una nueva linea con tiradas limitadas compuesta por dos nuevos monstruos: Pumpkin Jack y Boogey Woogey.
Cada monstruo cuenta con su propio set de ocho cartas de evolución, el nuevo tipo de cartas introducido en King of Tokyo: Power Up! que permite a nuestros adorables bichitos mutar en una versión más poderosa de si mismos. King of Tokyo: Halloween también incluye seis dados negros y naranjas más en la línea de la Noche de Difuntos y doce cartas de poder consistentes en disfraces con habilidades especiales. Como novedad, el resto de monstruos pueden robarnos estas cartas sacando tres garras para arrancarnos el disfraz de cuajo.
Por último, King of Tokyo: Halloween esconde una carta promocional exclusiva que podremos utilizar con un nuevo juego independiente de King of Tokyo que será lanzado el próximo año. Tenemos monstruos para rato.
King of Tokyo es un juego de mesa de Richard Garfield de entre dos y seis monstruos mutantes, perdón, jugadores, empeñados en reclamar su dominio sobre la capital japonesa. Para ello, al comienzo de cada turno tiramos seis dados con diferentes símbolos: 1, 2 o 3 puntos de destrucción, energía, curación y garras; contando con tres oportunidades para repetir o mantener cada dado con la intención de ganar puntos, acumular energía con la que desbloquear devastadores poderes, lamernos las heridas o golpear al resto de jugadores para enseñarles quién es el auténtico rey de Tokio.
