El año pasado por estas fechas Ponent Mon lanzaba ‘El viaje de Marcel Grob‘, un álbum que, con la Segunda Guerra Mundial de fondo, trazaba el recorrido vital de un alsaciano que se vió forzado a servir en las filas de las Waffen SS, el comando de élite de las infames SS. La lectura del título firmado por Philippe Collin y Sébastien Goethals se alzaba incuestionable, tan temprano en el año, como una de las que, sabíamos, iban a terminar apareciendo en nuestro resumen de finales del mismo. Algo menos de 12 meses después, hete aquí que nos encontramos de nuevo en una tesitura tan similar que pone a prueba los límites de la casualidad: son otra vez Ponent Mon y la contienda global los protagonistas de una lectura que, otra vez, podemos adelantar se colará sin duda en la selección que, en diciembre, hagamos de lo mejor que nos haya legado este 2020 en lo que a tebeo europeo se refiere.
Vaya por delante que ‘Wannsee‘ no es un álbum de fácil digestión. Primera justificación para dicha afirmación es que lo que Fabrice Le Hénanff pone aquí en juego se articula a través de casi 90 páginas en las que sólo hay lugar para diálogos entre personajes encerrados en un único espacio: como si de una obra teatral se tratara —y podría ver el texto que aquí cuaja el artista francés perfectamente adaptado a la escena—, Hénanff sitúa a un pequeño grupo de personajes y les da el pie con una «pequeña» acotación, que establezcan los patrones que servirán al Tercer Reich para poder ejecutar «la solución final» con el «problema judío». Evidentemente, los personajes de ‘Wannsee’ no son ficticios, sino nombres y apellidos que jugaron un papel determinante en el genocidio que llevo a millones de judíos a padecer la ira de Hitler y su camarilla de fascistas asesinos. Y eso es lo que, con mayor ahínco si cabe, aumenta sobremanera esa dificultad para digerir lo que aquí se nos traslada.
Manejando con un aplomo y una soltura asombrosas los hilos de las diferentes conversaciones que, en parte imaginadas, en muy poco porcentaje reales —no se conserva casi ningún documento oficial de aquella reunión en el distrito berlinés de Wannsee en enero de 1942—, tuvieron lugar hace casi ocho décadas, Hénanff transmite con toda la visceralidad posible, probablemente la misma con la que los actores implicados hablaban, las viles maquinaciones de un execrable grupo de humanos que trataban en números y como si de ganado estuvieran hablando, las vidas de millones de congéneres que para ellos no suponían nada más que una molestia en sus planes de dominación mundial y de instauración del «Reich de los mil años»: asistir a cómo departen unos y otros de las formas de acabar con el blanco de sus furibundas e injustificadas iras y dar cuenta del instante en que comienzan a abundar en los detalles de las cámaras de gas hace que a uno se le revuelva todo por dentro, máxime si a nuestra memoria comienzan a venir algunas de las terribles imágenes que el cine —de ficción o documental— ha volcado en el acervo de las generaciones que siguieron al final de la guerra.
Consiguiendo pues nuestra más rendida y sincera admiración por el logro que supone capturar de manera tan directa y desprovista de ambages y medias verdades lo que se desarrolló en el Palacete Marlier, llama aún más la atención que, subrayando los inmensos logros que Hénanff alcanza en la narración textual, encontremos un estilo gráfico al que sólo se nos ocurre calificar, a bote pronto, como MARAVILLOSO: de una plasticidad soberbia y un acabado sublime, las planchas del artista francés recuerdan, hasta cierto punto, a un Luís García menos obsesionado con el detalle pero igualmente prodigioso en la concreción de unos rostros que exudan veracidad. Si a ello unimos lo espectacular del tratamiento cromático y el hálito evocador que éste aporta al conjunto, creo que no exagerábamos más arriba al estar hablando YA de ‘Wannsee’ como una de las BD’s del año. Al tiempo.
‘Wannsee’
- Autores: Fabrice Le Hénanff
- Editorial: Ponent Mon
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 88 páginas
- Precio: 20,90 euros