‘Vengadores Encubiertos Integral’, Game Over a la partida más mortal

Juventud, divino tesoro. Eso debieron pensar las cabezas pensantes de Marvel cuando se le dio luz verde a la estrambótica idea de Mark Waid en la que los héroes más jovencitos de la editorial eran encerrados en una isla donde eran castigados, masacrados y vilipendiados a base de bien. ‘Vengadores Arena’ se convirtió rápidamente en un ejercicio cargado de buenas intenciones y bastante mala baba. Dennis Hopeless fue el encargado de firmar la primera etapa de este curioso proyecto y, tras el final de muchos de los personajes, nos llega ahora ‘Vengadores Encubiertos Integral’, 10 números que Panini ha tenido a bien recopilar en un solo volumen para disfrute de los aficionados.

La acción arranca tres meses después de lo acontecido en ‘Vengadores Arena’, nuestros imberbes personajes, los que han conseguido sobrevivir al malsano reality show ideado por Arcade, se encuentran diseminados a lo largo de distintas localizaciones. La situación ha cambiado para todos ellos ya que, una vez que las grabaciones de los programas empezaron a circular por internet, Death Locket, Tóxica, Chase Stein y Nico han alcanzado el status de estrellas, los efectos de la fama.

Uno de ellos, Cullen, parece no haber superado del todo su estancia en Mundo Asesino y ahora ha decidido volver a Bagalia, lugar donde se encuentran Los Señores del Mal y el motivo de su desgraciada situación, el mencionado Arcade. Hopeless aprovecha todo esto para trazar una historia donde se reabren antiguas heridas, físicas y psicológicas, el villano que ideó todo es ahora la presa y el grupo de héroes parece haberse rendido a su lado más radical y oscuro. Medidas desesperadas…

El guionista hace todo lo que puede para no repetir los mismos esquemas de la obra anterior, todo un acierto teniendo en cuenta el bombardeo que hemos sufrido en los últimos meses con historias de corte similar. El apartado gráfico cuenta, esta vez, con más manos que la anterior saga ya que al siempre interesante Kev Walker se suman otros nombres como Timothy Green II o Tigh Walker, restándole algo de empaque a la obra. Aun así, la lectura del grueso volumen es lo suficientemente digna como para ser disfrutada por todos aquellos que pasaron un buen rato con Arena.
[Grade — 7.50]