‘Un regalo para Kushbu’, realidades de la inmigración

Vivimos en tiempos tan paradójicos como contrastados. Mientras la sociedad occidental sigue quejándose por los que podrían ser los últimos coletazos de la crisis económica de 2008, el «fenómeno» de la inmigración, que afecta a millones de congéneres nuestros a lo largo y ancho del globo terráqueo, sólo hace aumentar a pasos agigantados mientras los conflictos bélicos en las mismas zonas de siempre se multiplican y obligan a sus ciudadanos a abandonarlo todo y comenzar un éxodo que, desafortunadamente, no suele tener un buen final. Pero la inmigración, con todas sus tonalidades oscuras, tenebrosas, crueles y despiadadas, tiene resquicio también para la luz que muestran las páginas de ‘Un regalo para Kushbu’, nueva obra coral publicada por una Astiberri que parece resuelta a ser abanderada en el mundillo editorial español del tebeo con conciencia si tenemos que atender a títulos como ‘Asylum’, ‘La grieta’ o ese otro título colectivo que fue en 2014 el ‘Viñetas de vida’ publicado en colaboración con Oxfam.

Uniendo esfuerzos en esta ocasión con la fundación Mescladis, una iniciativa de economía solidaria, la asociación Al-liquindoi y el ayuntamiento de Barcelona, once son los artistas que ponen su talento al servicio de trasladarnos las historias de Camilo, Ilyas, Soly, Bubakar, Deborah, Farida, Raju, Dilora, Basanta y Kushbu, diez inmigrantes procedentes de Colombia, Marruecos, Senegal, Níger, Nigeria, Afganistán, India, Uzbekistán y Nepal que, por motivos que van desde la incomprensión al amor pasando por la venganza o la eterna búsqueda del falso sueño que es Europa, han terminado dando con sus huesos en la ciudad condal. Sus relatos, llenos de instantes de tremenda crudeza y plagados de sueños cumplidos y por cumplir, nos hablan desde estas páginas de lo poliédrico y vasto de un mundo que, de uno a otro confín, sigue sin darse cuenta de que pisotear al que tenemos a nuestro lado no es la forma de construir un mejor futuro.

Con la ignorancia, el miedo y la violencia como adalides de los motivos que se encuentran detrás de los periplos de la decena de protagonistas de ‘Un regalo para Kushbu’, es de aplaudir la estructura que Gabi Martínez, guionista del volumen, aplica al mismo: en lugar de optar por la exposición completa y secuenciada de cada una de las diferentes historias, el álbum se decanta por partir cada una en dos o tres partes. Lo que ello aporta a la lectura es un singular dinamismo del que habría carecido a través de una concepción más clásica, provocando cada inesperado continuará que la lectura, en lugar de acometerse en varias sesiones, se haga de una sentada por el franco interés que genera en el que se sienta a disfrutar de lo aquí recogido. Sin poder destacar —filias o no— a un artista o a tres por encima de los demás, cómo se plantea cada nombre de los once que firman el volumen aproximarse a las vidas de sus «personajes» termina por redondear un tebeo espléndido y, huelga decir, tremendamente necesario en el instante que nos ha tocado vivir.