‘Tykko del desierto’, regreso al mundo de Troy

Parido por Christophe Arleston y Didier Tarquin en 1994, la maravillosa ‘Lanfeust de Troy’ se convirtió, a lo largo de los seis años en los que se publicaron sus ocho álbumes, en un éxito de ventas espectacular en el país vecino. Un éxito que llevó a Soleil a lo más alto de las listas de venta y que propició, entre otras cosas, el arranque de una maquinaria que aún hoy perdura y que comenzó a dar salida a multitud de proyectos centrados en el fantástico mundo imaginado por ambos autores. Con dos secuelas directas de la serie principal, ‘Lanfeust de las Estrellas’ y ‘La odisea de Troy’ (ocho volúmenes la primera, seis hasta el momento la segunda….¿algún alma caritativa que las publique aquí?) es, no obstante, en los márgenes de las aventuras del héroe y sus compañeros donde la editorial francesa ha encontrado un filón inagotable con el que seguir exprimiendo a los lectores del otro lado de los Pirineos (aún recuerdo con asombro entrar en la Fnac de los Campos Eliseos y ver montañas y montañas de los muchos álbumes dedicados al universo de Troy).

Llegados con cuentagotas a nuestras costas, y con los dos volúmenes de ‘Trolls de Troy’ publicados tiempo ha por Planeta como los únicos (e incompletos, que en Francia son dieciséis los álbumes dedicados a los «bestiajos» y muy cachondos personajes) a los que habíamos tenido acceso los lectores españoles, parece que Yermo ediciones se ha propuesto hacerse cargo de la tarea de ir dando salida a los muchos proyectos con que cuenta esta rentabilísima franquicia. Comenzando para ello hace unos meses con el integral de ‘Cixi de Troy’, el pasado mes de noviembre le tocaba el turno al primero de ‘Leyendas de Troy’, un concepto bajo el que Soleil ya ha publicado once miniseries o números únicos diferentes con los que explorar, en diferentes épocas y territorios, un mundo inagotable.

Con guión de Arleston y un tal Melanÿn que también ha co-firmado algunos proyectos más dentro de este singular universo junto con el creador de Troy, ‘Tykko del desierto’ se desarrolla, según la cronología oficial, en el año 1128, algo así como tres mil años antes que las aventuras de Lanfeust. Preñada en imaginación, como no podía ser de otra manera en un producto de la franquicia, de lo que adolecen los tres álbumes que conforman el integral es de un dibujo que esté a la altura de las circunstancias. Y no me malinterpreten, no es que el trazo de Keramidas (al que conocimos la década pasada de mano de Crisse y su ‘Luuna’, otra de esas series que Norma nunca terminó de publicar completa) no sea agradable, es que la narrativa del artista francés es en demasiados momentos torpe y poco fluida, dando saltos que obligan al lector a realizar un esfuerzo en el ejercicio de comprensión que un tebeo de aventuras y entretenimiento como éste no debería exigir. El resultado, como podéis imaginar, es un cómic cojo al que cuesta «entrar» y que, toda vez finalizado, deja con sensaciones desiguales.