‘Tigresa contra Pesadilla’, espantando monstruos

De las varias propuestas que Astiberri ha lanzado hasta el momento bajo la línea Txikiberri, creo que ‘Tigresa contra Pesadilla‘, dentro de su evidente simpleza —cuidado, simpleza desde la óptica de un adulto o de un niño que ya haya superado el rango de edad al que va orientado este entrañable tebeo—, se alza indiscutible como mi favorito personal. En ello tiene mucho, pero mucho que ver el fantástico dibujo de Emily Tetri, claro heredero de patrones derivados del mundo de la animación clásica que siempre han sido debilidad personal y que aquí, en la historia de esta cachorro de tigre que lucha todas las noches contra los monstruos que acechan su cama con la ayuda de uno de ellos que decidió que no valía la pena aterrorizarla, determina unas planchas entrañables hasta decir basta que no sólo se hacen grandes en el diseño de personajes sino en un colorido maravilloso extraído de unas acuarelas espléndidas.

Pero los valores de ‘Tigresa contra pesadilla’ no acaban ahí, y Tetri compone una obra que habla directamente a los pequeños de cómo confrontar sus miedos —y lo hace con un lenguaje sencillo y directo, ese que ellos entienden tan bien— y, de paso, les da unas cuantas lecciones a los mayores que se acerquen a sus páginas de qué mensajes necesitan nuestros hijos si son de los que sufren cuando la casa queda en calma, su habitación sin luz y los monstruos de la imaginación acosan la paz de su sueño. Sea como fuere, pequeños o adultos, ‘Tigresa contra Pesadilla’ tiene algo que repartir para polos tan distantes del espectro lector, y eso habla volúmenes de las considerables bondades de este pequeño cuento que se lee en un suspiro y lo perfila —atención papis y mamis que estéis ya buscando — como un regalo perfecto en papel impreso de esos que dejar bajo el árbol de Navidad para los lectores en ciernes. Sí, atenderán más a los juguetes que les coloquemos, eso está claro, pero estará en nosotros, como siempre, el encontrar el momento idóneo antes de dormir para presentarles a esta aguerrida felina y el imaginativo microcosmos que la rodea.