‘Thanos: La Revelación del Infinito’, Starlin retoma la senda cósmica

Poco. Muy poco ha tardado Marvel y, por consiguiente, Panini, en aprovechar el rebufo que la segunda parte cinematográfica de Los Vengadores ha producido en el mundo “viñetil”. Y eso que Thanos, personaje que protagoniza el comic que hoy nos toca reseñar, aparece escasos segundos en la película, pero claro, lo que se avecina es bastante gordo y conviene ir preparando el terreno con material de todo tipo que gire en torno al Titán Loco. Así que se llama a Jim Starlin, el autor que mejor ha sabido comprenderlo, y novela gráfica al canto.

‘Thanos: La Revelación del Infinito’ nos trae a un Starlin como autor completo, haciendo lo que mejor sabe: historias cósmicas, poderes desencadenados y Thanos. Sus caminos ya se habían juntado recientemente con un especial en el que los lápices los ponía otro nombre propio en esto de las estrellas, Rom Lim. En esta ocasión, el de Detroit, tenía una agenda bastante llena de proyectos con Marvel, la compañía le dejaría jugar con algunos de sus “juguetes” favoritos. Surgieron algunos problemas entre las dos partes y la cosa estuvo a punto de terminar bastante mal, finalmente todo el asunto se solucionó y esta historia será la primera de otras que llegarán en breve.

La acción se abre con un Thanos bastante pensativo, sentado en su habitual trono y sin conocer aun el destino que le depara su participación en la saga Hickmaniana, Infinito. Algo le corroe por dentro y le hace percatarse de su comportamiento, sin saber exactamente de qué se trata, sabe que algo va mal. Toda esta situación lo llevará hasta los designios de su amada Muerte, en busca de un lugar que le proporcione algo de inspiración, por ejemplo aquel recordado poco del infinito que, en su día, lo pusiera en contacto con las gemas-alma.

Es en este momento cuando la historia da un vuelco y nos dirigiremos hacia otra epopeya cósmica Made in Marvel. Eternidad, Infinito, El Tribunal Viviente, Los Aniquiladores, Los Badoon. Todos ellos son piezas de un puzle que, una vez finalizado, nos presentará una nueva realidad en la que todo habrá cambiado. Starlin no decepciona a sus incondicionales, ni en el guión ni en el apartado gráfico. Quizás hace tiempo que firmara sus mejores páginas pero aun sigue teniendo la suficiente calidad en sus manos como para firmar un comic como este, algo que pocos pueden decir hoy en día.
[Grade — 7.50]