No es la primera (y esperemos que tampoco sea la última) miniserie de cuantas son publicadas al mes por parte de La Casa de las Ideas que, tras su lectura, nos queda un sabor de lo más agradable en el paladar. Todo el mundo se puede hacer una ligera idea de la ingente cantidad de personajes que pueblan los rincones de Marvel, es imposible que todos puedan tener su cuota de viñeta. ¿De cuantos secundarios estaríamos hablando? Sí, bastantes. Estos proyectos unitarios que se mueven en torno a las cinco grapas parecen el invento perfecto para que muchos nombres puedan satisfacer el ansia de muchos aficionados que desean que este o aquel personaje tenga más protagonismo. Uno de los volúmenes más recientes (Panini ha decidido publicar estas aventuras en unos asequibles y agradables tomos en tapa blanda) es este ‘Supervisor: El Disparador Rubicón’, un relato que centra su trama en ese oscuro mundo de las conspiraciones en la sombra y en el que Nick Furia se mueve como pez en el agua. Aparte nos sirve para conocer un poco más al villano con el que se las verá la Viuda Negra en el largometraje estrenado hace relativamente poco (recuerden que sufrió un retraso de un año y tres meses).
Taskmaster, tal y como se conoce en su versión original, es uno de esos personajes que siempre está dando tumbos de aquí a allá pero nunca termina de ganarse el favor del público. Y eso que cuenta con todos los elementos para convertirse en un fan-favourite, desde su espectacular apariencia hasta su chispeante personalidad que en ocasiones puede llegar a recordar a la del mercenario bocazas por excelencia. Añadamos unos poderes con los que, gracias a una suerte de memoria fotográfica, puede copiar cualquier habilidad que su físico sea capaz de aguantar, algo que lo convierte en un portento en el combate físico cuerpo a cuerpo tal y como vamos a poder ver en esta historia. Aunque ahora parece gozar de cierto reconocimiento debido a su aparición en la gran pantalla, su curriculum en Marvel no está nada mal: instructor en La Iniciativa de los 50 Estados donde se dedicaba a entrenar a los héroes del mañana, miembro de Los Thunderbolts y de Los Vengadores de Hydra durante Imperio Secreto o darse de tollinas con quien sea si media la suficiente cantidad de dinero. Como pueden ver, las similitudes con Masacre son más que obvias.
La trama no puede ser más alocada y divertida, un guión bastante dinámico en el que siempre están pasando cosas inesperadas. Solo tenemos que atender al comienzo de la aventura, un partido de golf en el que El Supervisor y Bullseye ejercen de entrenadores de dos “paquetes”. Cuando el pique entre ambos personajes está alcanzando un nivel bastante alto de mala baba, aparece la Viuda Negra abriendo fuego contra nuestro cadavérico héroe y acusándolo de haber asesinado a María Hill. Las piezas ya están dispuestas sobre el tablero, a partir de este momento tendremos al lenguaraz protagonista viajando de una punta a otra del Universo Marvel, imitando y captando las habilidades de ciertos personajes, algo que le servirá para descubrir qué es y cómo desactivar El Disparador Rubicón, algo desconocido que amenaza con sembrar el caos en la Tierra. Para los que conozcan al guionista Jed MacKay por su trabajo en la cabecera de “Gata Negra” sabrán lo que les espera aquí, mucha diversión, diálogos de lo más ingeniosos y un entretenimiento mayúsculo. Los lápices de Alessandro Vitti le vienen de perlas al tono jocoso y festivo de la serie dando como resultado un tebeo que se lee con mucho agrado y dejándonos con ganas de más, de que este Supervisor tenga más protagonismo en la Marvel actual.
[Grade — 7.50]
Supervisor: El Disparador Rubicón
- Autores: Jed MacKay y Alessandro Vitti
- Editorial: Panini Comics
- Encuadernación: Rústica
- Páginas: 112
- Precio: 13,00