‘Superman Exilio Volumen 1’, manteniendo el nivel

Poco o nada hay que explicar a estas alturas de un autor como es John Byrne y lo que su aportación al medio ha supuesto desde que decidiera sentarse frente a una mesa de dibujo. Su impronta ha quedado grabada en multitud de títulos de las editoriales más importantes de la industria, facturando etapas inolvidables con personajes de la talla de Los Vengadores, Hulk, Los Cuatro Fantásticos, Hulka, Next Men, Batman, Nuevos Dioses o Superman. Es en esta última en la que nos vamos a detener hoy ya que su trabajo en la franquicia del Hombre de Acero está considerado como uno de los mejores y más recordados del icónico personaje, algo que ponía muy difícil las cosas para aquel que entrara tras su salida. Tras todo lo que supuso las Crisis originales (las de Wolfman y Pérez) y la miniserie El Hombre de Acero, el Hijo de Krypton viviría bajo nuevas reglas algo que allanaría el trabajo de Byrne durante los siguientes años. Tras finalizar su estancia en Adventures of Superman, Action Comics y Superman tocaba el turno de buscar un sustituto que quisiera ponerse a los mandos de una nave que había alcanzado una velocidad descomunal gracias al británico. ¿Quién sería lo suficientemente osado como para aceptar el reto?

ECC Ediciones ya dio buena cuenta de la etapa a la que nos hemos referido en el párrafo anterior en cuatro magníficos volúmenes Omnibus en los que se recopilaba todo el material firmado por Byrne y, para no perder las buenas costumbres, nos trae ahora este ‘Superman Exilio Volumen 1’, la primera entrega (de dos) en las que se recupera el material que le sigue inmediatamente al del bueno de John. Tras su salida quedaron algunas tramas inconclusas y fueron gente como (aquí llegan los valientes) Dan Jurgens, Roger Stern o Jerry Ordway los que continuarían esas líneas argumentales a base de un trabajo mayúsculo, dando mayor cuota de viñetas al espléndido elenco de secundarios con que contaban las cabeceras. Una jugada bastante original que mantendría en estos comics el mismo nivel que ya se había mostrado durante todos los meses anteriores. Gracias, sobre todo, a la saga que da título al presente volumen, la del Exilio, un viaje que servirá para que el héroe cure sus heridas mentales y redescubra muchos aspectos de su identidad y de su sitio en la vida como superhéroe y como “ciudadano”.

Todo ello provocado por un Roger Stern en estado de gracia al continuar con la labor de Byrne. La llegada de unos villanos de Krypton pondrá al Hombre de Acero en una situación bastante complicada y la drástica manera con la que soluciona el problema será el detonante que provoque su marcha voluntaria de nuestro planeta. Un guión cargado de dramatismo que nos muestra a un Superman como nunca lo habíamos visto, cargando con un sentimiento de culpa que lo va a acompañar durante bastante tiempo necesitando dejar todo atrás para meditar en todo lo acontecido. Empieza de esta manera un periplo espacial (interrumpido momentáneamente debido a la planificación editorial del evento Invasión) que lo llevará a enfrentarse al Erradicador (que jugará un papel determinante en El Reinado de los Superhombres) o a Mongul amén de todo tipo de amenazas galácticas e incluso kryptonianas. Todo ello sin descuidar las aventuras más “terrenales” de Luthor, Matrix, Intergang, Jimmy Olsen o Cat Grant. Una sinfonía perfecta en la que no faltan los lápices de nombres clásicos como los de Bob McLeod, Curt Swan, Kerry Gammill o Paris Cullins para dar como resultado una lectura maravillosa que no tiene que envidiar absolutamente nada a lo expuesto por Byrne. El complemento perfecto.