En otros terrenos quizá las medias tintas sean las tonalidades adecuadas para aproximarse a un tema en concreto. Pero cuando de lo que estamos hablando es de sexo lo que toca es mojarse…chistes obvios a parte, claro. Y eso es lo que hace Camille Vannier en ‘Sexo de mierda‘, un título que si por sí sólo no es suficientemente elocuente, cuando se acompaña del muy feista trazo de la artista francesa, deja muy claro que sus intenciones no son, ni muchísimo menos, servir de vehículo inadvertido para los onanistas más calenturientos…aunque a saber, que de todo hay en este inmenso mundo nuestro. Antes bien, si algo ilustran las páginas de este volumen publicado por ¡Caramba! es que, en el sexo, como en todo, hay lugar para las cosas más mundanas y para las anécdotas de más sal gorda que uno se pueda imaginar…incluso sabiendo que nacen de dónde nacen.
Compendio de un buen puñado de ellas —muchas de carácter completamente personal de la autora otras, recopiladas directamente de amigos suyos—, ‘Sexo de mierda’ no es un cómic que se disfrute con la vista, pero sí con el intelecto: ya he comentado que el dibujo de Vannier es feo con ganas, pero esa fealdad cumple una función muy clara, que al despojar de todo atavío de belleza el envoltorio, nuestra atención lectora vaya directamente del continente al contenido, y en este, como decimos, hay mucho de lo que aprehenderse; sobre todo de esa sensación general que termina dimanando de las 112 páginas y que pasa por asumir que, como manifestación más básica de nuestra humanidad, el sexo no es siempre bonito, perfecto, elegante y decoroso. De hecho, si hay algo que ‘Sexo de mierda’ deja muy, pero que muy claro, es que el sexo es feo, imperfecto, torpe y tremendamente indecoroso. Y que eso, queridos lectores, está bien.
Sexo de mierda
- Autores: Camille Vannier
- Editorial: ¡Caramba!
- Encuadernación: Rústica con solapas
- Páginas: 112 páginas
- Precio: 12 euros