‘Scalped Volumen 4’, a un paso del fin

Cuarta entrega de una colección llamada a convertirse en un clásico moderno desde la aparición de su primer número, no solo por la calidad que podemos encontrar en cada una de sus páginas, sino también por la inmensa variedad de matices que muestra. En ‘Scalped Volumen 4’ hay de todo, desde momentos íntimos entre los personajes hasta escenas duras que nos provocarán malestar al ser leídas. Así es la serie creada por Jason Aaron, una montaña rusa de emociones que no nos dará ni un solo momento de tranquilidad, todo ello regado con unos diálogos tan afilados como el filo de una navaja. La única pena es la proximidad de su final pero, bueno, que le quiten lo “bailao”.

Este relato de reservas indias y agentes del FBI llegó al sello para adultos de DC Comics con la sana intención de revitalizar una marca que andaba de capa caída desde el cierre de algunos de sus títulos más emblemáticos. Es en este momento en el que aparece el guionista de Alabama para hacer el ruido suficiente como para que todo el mundo señale su obra como uno de los tebeos de a tener muy en cuenta en ese momento y, para qué negarlo, en el futuro. Desde que se abre el primer tomo y empezamos la lectura, será muy difícil separarnos del volumen en cuestión y lo único que podremos pensar es en el motivo por el que no lo hemos hecho antes.

Poco o nada podemos contar sobre algunas de las tramas particulares de la obra, las piezas están más que dispuestas sobre el tablero y todo empieza a enfilar su recta final para ser resueltas de manera trágica. Dashiell Caballo Terco, Cuervo Rojo o Carol, cada uno luchará por sus propios intereses y nosotros, espectadores, solo podemos sentarnos y disfrutar del viaje. En este cuarto vamos a poder deleitarnos con relatos que cuentan con temas tan cercanos como la tercera edad en una reserva donde solo hay juego y violencia, la homosexualidad, la relación entre padres e hijos, el aborto o el siempre peligroso mundo de las drogas.

Así se las gasta el bueno de Aaron, no duda ni un solo segundo a la hora de acoplar todo esto en su relato para hacerlo mucho más rico en matices y, sobre todo, mostrarnos más humanos y vulnerables a los protagonistas. Nada de esto sería igual sin los impresionantes lápices de R. M. Guéra, cuyo trazo eléctrico nos dejará sin aliento en más de una ocasión. No es el único dibujante que se dejará ver por las páginas de este volumen, por el camino se le unen otros ilustres como Davide Furnò, Danijel Zezelj y Jason Latour. Todo terminará por resolverse en la siguiente entrega, un viaje apasionante al lado más duro y peligroso de la vida que, durante sesenta números, nos han trasladado a sitios que jamás pensamos que visitaríamos. Un billete que ha merecido la pena pagar.
[Grade — 10.00]