Cuesta creer que tengamos en nuestras manos la cuarta entrega de este experimento humorístico surgido de la mente de uno de los autores más incisivos, salvajes y chabacanos de cuantos han surgido en nuestro país. Son muchas páginas las que el amigo Pedro Vera ha firmado en los últimos años, llenas de chascarrillos que no dejan títere con cabeza y con ese estilo tan característico que han encandilado a más de uno. Ya sabíamos de qué pie cojeaba el de San Pedro del Pinatar cuando abríamos El Jueves en busca de esos símbolos de la caspa que son Ortega y Pacheco, los dos súper dos que nos han arrancado cientos de carcajadas con sus aventuras bizarras, cañís y llenas de mala baba que, en bastantes ocasiones, se tenían que leer un par de veces para asegurarnos que lo que habíamos acabado de ver realmente había sido publicado. Vera pensaría que, si había funcionado una vez, ¿por qué no lo iba a hacer otra más?
De esta manera surge la máquina de producir risotadas a troche y moche. Unos Ranciofacts que alcanzan, tal y como se ha comentado un poco más arriba, su cuarto volumen y que ”Saliendo de la Zona de Confort” llega en plan apisonadora para no dejar ni un solo cuñado vivo. Y eso que la dinámica del invento no es que se el culmen de la originalidad ya que la estructura y situaciones de la página la hemos visto en otras obras pero, para qué negarlo, el sello Vera es inconfundible y aporta ese puntito de picardía y mala leche que tanto nos gusta. A ver, tópicos en cantidades industriales, correcto, página sí y en la otra también; vergüenza ajena, pues también, paladas y paladas de situaciones que nos sacarán los colores; y todo un catálogo de típicas frases hechas, esas muletillas que todo el mundo repite para estar a la última y que suelen sacar de quicio al más pintado.
Pero, ¿estos chistecillos pueden llegar a dar para tanto? Vaya que sí. Vera demuestra que no tiene un pelo de tonto y sabe manejar a la perfección su invento. Su naturaleza le permite llegar hasta donde él quiera, siempre va a tener temas para buscar su inspiración y gente patética hay hasta debajo de las piedras. Lo dicho, la jugada perfecta. ¿No se lo creen? A ver, hagamos un ligero repaso de este volumen: bebidas alcohólicas, tabaco, Playboy, bodas, camisetas, publicidad navideña, Eurovisión, festivales de verano, ferias, fútbol, internet y un largo etcétera en el que todo será pasado por el filtro del autor para sacarle punta hasta límites insospechados. Toda esta amalgama de cosas se conjura para generar la risa fácil, esa que no necesita de humor inteligente, la que te pilla con la guardia baja y, por una tontería, podemos estar una hora con las lágrimas saltadas. Pedro Vera parece haber basado su carrera en el humor rancio y, viendo los resultados, poco podemos echarle en cara puesto que el acierto ha sido pleno. ¿Sofisticación? Por favor, dejen paso a Pajares y Esteso, a Bud Spencer y Terence Hill, a Jesús Gil o a Bárbara Rey, máximos baluartes de una corriente humorística que no ha hecho más que comenzar.
[Grade — 9.00]
- Autores: Pedro Vera
- Editorial: ¡Caramba!
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 112
- Precio: 18.00 euros