Si no fuera porque hay que conservar ciertas formas y justificar las afirmaciones que uno hace, esta reseña de ‘¿Quién anda ahí?‘ se habría limitado a un par de frases:
Quino es un genio.
Comprad todos sus libros empezando por este a la voz de ¡ya!
Pero, como digo, intentemos mantener las formas y desarrollemos estas dos aserciones de manera que aquellos que no se dejan convencer fácilmente y crean que Quino empieza y acaba en su más famosa creación, terminen acercándose irremisiblemente a su magistral obra.
Como cualquier otro lector de cómics, conocí a Quino con muy pocos años cuando mis padres me regalaron unas Navidades el ‘10 años de Mafalda‘, un libro que leí y releeí hasta la saciedad y que, llegado el momento, fue ampliado al ‘Todo Mafalda‘, redescubriendo así a un personaje que, junto con ‘Calvin & Hobbes’ supone lo mejor que se ha publicado nunca en tiras cómicas.
El particular universo de la “irritante niñita” y el impresionante plantel de secundarios que la acompañaron durante los nueve años en los que Quino la dibujó conforman una suerte de ideario sobre las libertades individuales y modos de mirar la vida que hoy, casi cuarenta años después de que finalizara su serialización, tienen más vigencia que nunca. Un hecho que, mejor que ningún otro, habla de ese genio en la sombra que es Joaquín Salvador Lavado Tejón.
Incansable a sus ochenta años, la lucidez del autor argentino es incuestionable cuando uno se asoma, en general, a cualquiera de las muchísimas páginas que ha creado a lo largo de los años o, en particular, a las 96 que componen ‘¿Quién anda ahí?’: en ellas, y mediante un humor caústico y de una negrura sin par (sólo comparable con el Franquin de ‘Ideas negras‘) Quino escudriña los recovecos más recónditos de la sociedad para sacar a relucir sus vergüenzas más inconfesables haciendo que el lector no tenga otro remedio que reir a carcajada limpia cuando se ve reflejado de tan directa forma en muchas de las reflexiones del autor.
Su trazo, que con los años ha ido ganando en complejidad y sus composiciones, a las que muchas veces incluso le sobrarían los textos que las acompañan, van sacando a la luz en perfecta conjunción esos trapos sucios que todos sabemos que están pero ninguno nos atrevemos a mirar de frente. Y en esa tarea, en la de obligarnos a contemplar lo que la podredumbre del alma oculta, Quino se destapa (aunque más bien habría que decir se destapó, porque no es ninguna novedad), no sólo como uno de los mejores humoristas gráficos que ha conocido el noveno arte, sino como uno de los más grandes analistas del género humano que ha tenido la suerte de conocer la historia.
- Autores: Quino
- Editorial: Random House Mondadori / Lumen
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 96
- Precio: 16,90 euros
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