Da igual las veces que se vaya a París, y uno hasta recorra los mismos lugares, siempre hay algo nuevo que descubrir en la capital francesa. Y no digo ya un establecimiento que antes no estuviera, sino un rincón que pasaras por alto o ese edificio que habías pasado por alto y que de repente llama tu atención. De rincones, de hecho, esta lleno Montmartre, el barrio de pintores por excelencia de la ciudad a orillas del Sena —me atrevería a decir que el barrio de artistas por excelencia del viejo continente a riesgo de parecer exagerado— que, en sus muchas callejuelas e innumerables recovecos, esconde mil y una historias esperando para ser contadas. Una de esas historias es la que Patrick Prugne levanta con este ‘Poulbots‘ llevándonos, no al actual centro neurálgico del país vecino, sino a la ciudad que fue a comienzos del siglo XX, cuando el terremoto Haussmann ya había pasado por ella convirtiendo el desorden en majestuosidad y el caos en belleza: el viaje que nos propone el artista francés nos traslada a 1905 al los aledaños del Sagrado Corazón, centrando su mirada en un pequeño grupo de niños anónimos y de adultos con intereses variopintos que se cruzarán en el camino de Francisque Poulbot, artista de cierto renombre en el París de la primera mitad de la pasada centuria que se labró su nombre, precisamente, por ser el retratista del pueblo y de las miserias a pie de calle.
Cuidado, Poulbot sólo es aquí un personaje de fondo, un elemento que posiciona la historia en un lugar y tiempo determinados y cuyo protagonismo en el devenir de la historia es, a lo sumo, limitado, centrando su atención Prugne en los ficticios actores que se pasean por delante de él para enhebrar un fresco que se nos antoja, de cuando en cuando, como si agarráramos uno de los trabajos de Poulbot y fuéramos capaces de adentrarnos en él para conocer, no sólo el instante que reflejan, sino lo que en ellos no puede narrarse, tanto el pasado como el futuro de esos hombres, mujeres y niños capturados para la eternidad sobre la inmóvil superficie del papel. Tan intensa es esta sensación, que igual que Prugne toma a los personajes que toma y construye esta sólida historia que podemos leer en el álbum publicado por Ponent Mon, podría aproximarse a otros muchos y levantar toda una colección de relatos que, bajo el emblema común de Poulbot, se acercara a diferentes realidades de la ciudad de la luz en el despertar del pasado siglo. Y ahí estaríamos, no cabe duda, para dar cuenta de todos y cada uno de ellos.
Fresco casual que termina conquistando por la naturalidad de sus personajes y el fluir sin tropiezos de su hilo argumental, ‘Poulbots’ enamora, no obstante, por la sutileza de sus páginas y la belleza plástica con la que Prugne las caracteriza. Para ello, el artista juega con aguadas de tonos apastelados que, evocadores como ellos solos, atesoran una inusitada eficacia en su labor de singular máquina del tiempo capaz de trasladarnos, sin equívocos, a determinada época y lugar, concitando a la finalización de la lectura una caleidoscópica mezcla de hermosas sensaciones que son, sin duda, el mejor escaparate de lo bien que funciona el conjunto.
Poulbots
- Autores: Patrick Prugne
- Editorial: Ponent Mon
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 80 páginas
- Precio: 24 euros
- Prugne, Patrick (Author)