Amor adolescente. Dos palabras que han marcado y todavía marcan la historia del manga, presentando numerosas relaciones románticas entre estudiantes que se combinan con mundos tan heterogéneos como las artes marciales —’Ranma ½‘—, el deporte —’Touch‘—, el cómic —’Bakuman‘—, el teatro —’W Juliet‘— y un largo etcétera. Pero ¿que pasa cuando en esa relación uno de ellos es un estudiante de instituto mientras el otro no es un adolescente sino un profesor?. Probablemente a nuestra mente acuda una malsana imagen lolitesca, pero en en el caso de ‘Pink y Mameshiba‘ no podemos estar más desorientados, presentando a un inocente y virginal pedagogo y un alumno de vuelta de todo con una intimidante seguridad en sí mismo. Este es uno de esos cómics que intenta dar una vuelta a un género que conocemos bien…aunque quizás no por el camino que esperamos.
Recientemente contratado como interino Ken Mikoshiba disfruta trabajando como maestro. Pero en su vida hay algo más: Atsuto, un cantante y actor que le obsesiona, y en torno al que tiene una enorme colección. Su naturaleza tímida hará que el descubrimiento de su afición por parte de uno de sus alumnos le conviertan en la víctima perfecta para que este le haga chantaje, reclamando literalmente que se convierta en su perro (¡Ojo! Sin llegar en ningún momento al sadomasoquismo o la humillación. Por ahí no van los tiros). Pero que esto no lleve a engaño. Si bien esta premisa puede resultar poco creíble (al menos en cuanto a la reacción del casi recién licenciado profesor, no tanto respecto a la del preuniversitario, que sin ser un niño precisamente sí está, como la mayoría de los jóvenes, en una fase complicada de su vida) y quizás solo en esa tradición de personajes propios del manga capaces de desmayarse solo porque una chica les roce el codo, es innegable que la interacción entre ambos protagonistas tiene gancho. Sumar a la trama un secreto que puede trastocar la existencia de ambos y que lo que empieza con un toque de maldad aliente que Haruma mejore su asistencia a clase hacen de esta una de esas historias que da giros continuamente a la relación entre sus protagonistas, no dando nada por sentado.
‘Pink y Mameshiba’ es uno de esos mangas que sin renunciar a muchos tópicos sabe hacer buen uso de nuestras ideas preconcebidas. Una trama de ritmo ágil, amparada por un buen dibujo que, sin perderse en excesos de virtuosismo, resulta tremendamente expresivo, y tan juguetón como su argumento, añadiendo en más de una ocasión elementos animales a sus personajes —esas orejas de perrito— y acudiendo a deformaciones caricaturescos. Aunque en más de una ocasión bajo su aparentemente ligera superficie translucen cuitas más complejos —la relación entre Haruma con su hermano— este cómic es de esos que saben moverse ágilmente entre comedia y romance con una pincelada de drama, conquistando con unos personajes ligeramente tópicos pero carismáticos. Explícito, aunque va introduciendo los elementos más eróticos poco a poco, ‘Pink y Mameshiba’ logra reivindicarse como una más que entretenida lectura que sabe jugar con las vueltas de guión. Sin revolucionar el género este romance entre un profesor con comportamiento adolescente y un alumno de actitud mas adulta es de esos que conquistan, aunque en esta ocasión nos tendremos que conformar, en contra de a lo que estamos acostumbrados con este único tomo, que por suerte suma un par de historietas complementarias a la trama principal. Pero como se suele decir, «lo bueno si breve…». No es preciso rematar la frase.
Pink y Mameshiba
- Autores: Tomo Kurahashi
- Editorial: Panini
- Encuadernación: Rústica con sobrecubiertas
- Páginas: 184 páginas
- Precio: 8,95 euros