Tras casi un año de espera, por fin nos llega traducido el tercer volumen de ‘Paria’, la interesantísima serie de posesiones demoníacas escrita por Robert Kirkman y dibujada por Paul Azaceta. Una espera que se debe, en parte, a la errática periodicidad de la edición original, debido a que Kirkman debe compaginar esta colección con las otras que escribe: ‘Los muertos vivientes’, ‘Invencible’ y ‘Ladrón de ladrones’. Ahora bien, eso no justifica que hayan pasado más de seis meses desde que este tercer tomo recopilatorio se publicara en EE.UU., donde incluso ha salido ya el cuarto, en fechas recientes. Tanta espera no hace sino empañar el disfrute de este cómic que, en lo que se refiere al género de terror, es de lo mejorcito que puebla hoy en día las estanterías.
Una vez dicho esto, pasemos a lo importante, que es analizar lo que da de sí este tercer volumen de ‘Paria’. No revelaré nada significativo de su contenido, aunque si no habéis leído el volumen anterior, casi mejor que dejéis de leer la reseña en este punto. ¿Listos? Bien, continuemos. El segundo tomo de la colección se cerró con un potente cliffhanger: Megan, la hermana de Kyle, el prota, ha sido poseída, poniendo en peligro a su familia y al propio Kyle, que tendrá que tratar de exorcizarla con la inestimable ayuda del reverendo. Así, el tercer tomo arranca con la resolución de este delicado episodio, y lo hace con un par de pasajes de gran intensidad. Por si fuera poco, la situación se enreda aún más tras un encontronazo con Sydney, el vejete siniestro que lleva rondando a los protagonistas desde el inicio de la serie. Tras ese poderoso arranque, llega el momento de las revelaciones. El pastel no se desvela por completo aún, pero ya empezamos a atisbar qué está planeando Sydney, y qué papel juega Kyle en todo este tema de las posesiones. Además, tanto la hija como la esposa de Kyle cobrarán un protagonismo mayor en estas páginas.
El resto es cosa vuestra descubrirlo, pero si ‘Paria’ os ha gustado hasta ahora, tened por seguro que esta nueva entrega no os defraudará en absoluto. Además, contiene una interesante teoría relacionada con los poseídos que resulta muy original y factible. Otro ejemplo de la gran capacidad de Kirkman para renovar géneros muy manidos (como ha hecho con los superhéroes y con los zombis) y llevarlos a su terreno. Por su parte, Paul Azaceta cumple tan bien como desde el primer número, con esos planos detalle contenidos en pequeñas viñetas que se intercalan dentro de la narración, y que ya se han convertido en marca inconfundible de la casa. Tampoco podemos olvidarnos de la labor de la colorista Elizabeth Breitweiser, que ayuda a potenciar la atmósfera inquietante del relato. Estamos ante un cómic magnífico que os animo encarecidamente a leer, si es que aún no habéis tenido ocasión de catarlo. La única pega, retomando lo que dije al principio, es que tarde tanto en llegarnos aquí. Si seguimos la tendencia marcada desde el principio, me temo que hasta principios de 2018 no podremos leer cómo continúan las peripecias y desventuras de Kyle.
Más reseñas en la Fancueva | Paria Volumen 1 y Volumen 2
Paria vol. 3: Esta pequeña luz
- Autores: Robert Kirkman y Paul Azaceta
- Editorial: Planeta Cómic
- Encuadernación: Rústica
- Páginas: 136
- Precio: 15,95 euros